11 personas fallecidas, decenas de heridas y más de 100 detenidas, serían el saldo provisional de las protestas en Venezuela, contra el aparente fraude cometido por el gobierno de Nicolás Maduro, durante las elecciones del pasado domingo.
Los decesos incluyeron a dos menores de edad.
Según varias organizaciones no gubernamentales, la violencia es mayor en Caracas, la capital del país, así como en Zulia, Yaracuy, Aragua y Táchira. En dichos puntos, nutridas manifestaciones recorren las calles para exigir la salida del presidente Maduro.
Las denuncias afirman que elementos militares, apoyados por bandas armadas que serían simpatizantes del gobierno, recorrieron los sitios donde se realizan las protestas, disparando a mansalva.
Foro Penal, un organismo que analiza casos de presos políticos, afirmó que las fuerzas de seguridad han detenido a 177 personas, especialmente en Caracas y el estado de Barinas.
En cambio, la Fiscalía venezolana reportó más de 700 detenidos, por supuestamente “tratar de alterar los resultados electorales, para favorecer a la oposición”.
El gobierno afirma que se trata de “criminales y terroristas”, pertenecientes de grupos fascistas de derecha extremista, que pretenden dar un golpe de Estado”.
La Organización de Estados Americanos sostendrá este miércoles una reunión de emergencia, para analizar posibles medidas que solucionen la crisis. Varios países ya anticiparon su posición, como Panamá, Perú y Argentina, que retiraron a todas sus delegaciones diplomáticas.
Cada vez son más los países que denuncian que hubo fraude electoral. Las actas rescatadas por la oposición revelan que el candidato Edmundo González, venció ampliamente el domingo, y que los resultados fueron tergiversados para aparentar un triunfo de Maduro.
