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Ecuador: julio 26, 2024

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Ecuador, julio 26, 2024
Ecuador Continental: 18:33
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Sorprendente descubrimiento científico: una ciudad perdida en Morona Santiago

Un estudio reciente ha revelado un impresionante descubrimiento científico: se ha encontrado una ciudad antigua, de baja densidad y con gran actividad agrícola en la provincia de Morona Santiago, en el sur de Ecuador, dentro de la región amazónica. Este hallazgo, documentado en la revista Science el 11 de enero y titulado “Two thousand years of garden urbanism in the Upper Amazon”, destaca más de 6.000 plataformas de tierra construidas en un área de estudio de 300 kilómetros cuadrados. El equipo de arqueólogos, incluyendo a dos investigadores ecuatorianos, ha llevado a cabo más de 20 años de investigación interdisciplinaria para llegar a estos resultados. El estudio proporciona evidencia de una civilización agrícola que se remonta a más de 2.500 años en el valle del Upano, en la Amazonía ecuatoriana, la cual hoy en día se conoce como Morona Santiago. El uso de la tecnología Lidar permitió a los investigadores mapear y recrear en tres dimensiones esta antigua ciudad, que se caracteriza por un complejo sistema de centros urbanos conectados por amplias plazas y caminos.

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Una de las peores especies de hormigas invasoras del mundo llegó a Ecuador

Primicias .– El hallazgo de la hormiga Pheidole Megacephala supone un riesgo para cultivos y biodiversidad, según expertos. Una de las peores especies de hormigas invasoras del mundo, la Pheidole Megacephala, ha sido hallada en Ecuador y forma parte de un estudio científico internacional sobre 15 razas de ese tipo de insectos que han llegado a este país “para quedarse”. Así lo reveló un estudio auspiciado por el Instituto Nacional de Biodiversidad (Inabio), la Agencia de Regulación y Control Fito y Zoosanitario, la Escuela Politécnica Nacional, la Universidad de Texas (Estados Unidos) y la organización “Way to Development Corporation”. El estudio, publicado en la revista especializada Check List, presentó una lista actualizada de 15 especies de hormigas introducidas en Ecuador, elaborada sobre análisis de especímenes observados en colecciones biológicas, en base de datos académicos y por observaciones de ciudadanos, comentó el Inabio. El informe destacó, sobre todo, dos nuevos registros de especies de hormigas, una conocida como Cardiocondyla Mauritanica, cuyo hallazgo es el primero en producirse en Suramérica, y otra denominada Pheidole Megacephala u hormiga leona, considerada como una de las “peores especies invasoras en el mundo”. “Las especies invasoras son aquellas que pueden establecerse para reproducirse fuera de su área de distribución nativa y son agentes de cambio en los ecosistemas que invaden”, precisó el Inabio tras advertir de los efectos que podrían derivarse de la presencia de este tipo de especímenes no nativos. Y es que, según la fuente, “estas especies pueden desplazar la biodiversidad nativa, afectar a cultivos u otras actividades humanas e incluso transportar patógenos que producen enfermedades”. Las hormigas presentan más de 200 especies introducidas fuera de su área de distribución nativa, 19 están clasificadas como altamente problemáticas y cinco en la lista de las 100 peores especies invasoras del mundo, añadió el Instituto. Precisó que, pese a que las hormigas en general son importantes para la conservación de la naturaleza y el bienestar humano, “la presencia de estos insectos invasivos en Ecuador ha pasado desapercibida hasta ahora debido a que se ha prestado mayor atención a otros animales y plantas exóticas”. En el estudio, muchos de los registros se encontraron en áreas urbanas, en los límites de las reservas naturales y del Sistema de Áreas Protegidas del país. Por ello, se ha documentado la presencia de especies exóticas de hormigas en cinco reservas nacionales: los amazónicos Parque Nacional Yasuní, Reserva de Vida Silvestre Cuyabeno y Reserva Biológica Limoncocha; y los costeros Bosque Protegido Cerro Blanco y Reserva Biológica Río Canandé. “La introducción de hormigas exóticas en bosques nativos y áreas protegidas podría reemplazar la fauna nativa a través de la depredación, hibridación y competencia”, lo que podría derivar en “cambios en los procesos de los ecosistemas, pérdida de biodiversidad y aumento de plagas”, agregó el Inabio. Este fenómeno -añadió- podría ser agravado por el cambio climático global, que puede influir en la distribución de especies y en la dinámica forestal, especialmente en las zonas tropicales. El estudio ha sido elaborado por los investigadores Jefferson Salazar-Basurto, Adrián Troya, Francisco Romero, Alex Wild y Alex Pazmiño-Palomino. El Inabio remarcó que este tipo de estudios refleja el compromiso de ese instituto para la producción de investigaciones encaminadas a alimentar los requerimientos científicos del Estado ecuatoriano, en su tarea de fortalecer la conservación del patrimonio natural del país.

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Una roca espacial de 4.500 millones de años podría revolucionar las creencias sobre el sistema solar

Infobae .- Científicos lograron identificar un meteorito del pasado primitivo y, con los datos obtenidos, establecieron su antigüedad con una precisión sin precedentes. Los hallazgos fueron publicados en Nature Communications En mayo de 2020, un equipo de científicos integrado por especialistas australianos, alemanes y estadounidenses, encontraron algunas rocas inusuales que contenían distintivos cristales verdosos en el mar de arena de Erg Chech, una región llena de dunas del desierto del Sahara en el sur de Argelia. Tras una inspección minuciosa, las rocas resultaron ser del espacio exterior: trozos de escombros de miles de millones de años de antigüedad, restos de los albores del sistema solar. Todos eran trozos de un meteorito conocido como Erg Chech 002, que es la roca volcánica más antigua jamás encontrada, ya que se derritió hace mucho tiempo en los incendios de algún antiguo protoplaneta ahora desaparecido. En una nueva investigación que acaba de publicarse en Nature Communications, los expertos analizaron los isótopos de plomo y uranio en Erg Chech 002 y calcularon que tiene unos 4565,56 ± 0,12 millones de años. Esta es una de las edades más precisas jamás calculadas para un objeto espacial, y los resultados también arrojan dudas sobre algunas suposiciones comunes acerca del sistema solar primitivo. Hace unos 4.567 millones de años, nuestro sistema solar se formó a partir de una vasta nube de gas y polvo. Entre los muchos elementos de esta nube estaba el aluminio, que se presentaba en dos formas. La primera es estable, el aluminio-27. En segundo lugar se conoce el aluminio-26, un isótopo radiactivo producido principalmente por la explosión de estrellas, que con el tiempo se desintegra en magnesio-26. El Sahara es el desierto cálido más grande del mundo y el tercero más grande después de la Antártida y el Ártico El aluminio-26 es un material muy útil para los científicos que desean comprender cómo se formó y desarrolló el sistema solar. Debido a que decae con el tiempo, es útil para ser usado como modo de fechar eventos, particularmente dentro de los primeros cuatro o cinco millones de años de vida del sistema solar. La desintegración del aluminio-26 también es importante por otra razón: “Se cree que fue la principal fuente de calor en el sistema solar primitivo —explicó Evguéni Krestianinov, especialista de la Escuela de Investigación en Ciencias de la Tierra de la Universidad Nacional de Australia y uno de los autores del documento—. Esta decadencia influyó en el derretimiento de las rocas pequeñas y primitivas que luego se agruparon para formar los planetas”. Lo que cuentan los metales Más allá de todos estos hallazgos, para utilizar el aluminio-26 para comprender el pasado, es necesario saber si se distribuyó uniformemente o se aglomeró más densamente en algunos lugares que en otros. Para resolverlo, los científicos necesitaron calcular con mayor precisión las edades absolutas de algunas rocas espaciales antiguas. “Observar únicamente el aluminio-26 no nos permitirá hacer eso —afirmó el especialista—, porque se desintegra relativamente rápido, después de unos 705.000 años, la mitad de una muestra de aluminio-26 se habrá descompuesto en magnesio-26. Es útil para determinar las edades relativas de diferentes objetos, pero no su edad absoluta en años. Pero si combinamos datos sobre el aluminio-26 con otra información sobre el uranio y el plomo, podemos lograr algunos avances”. La edad estimada de la roca es de 4565,56 ± 0,12 millones de años. Esta es una de las edades más precisas jamás calculadas para un objeto espacial (Steve Jurvetson) Hay dos isótopos importantes de uranio (uranio-235 y uranio-238), que se desintegran en diferentes isótopos de plomo (plomo-207 y plomo-206, respectivamente). Los de uranio tienen vidas medias mucho más largas (710 millones de años y 4,47 mil millones de años, respectivamente), lo que significa que pueden usarse para determinar directamente cuánto tiempo hace que ocurrió un evento. Erg Chech 002 es lo que se conoce como una acondrita desagrupada, un tipo de rocas formadas a partir de planetesimales derretidos, que es lo que se llaman grumos sólidos en la nube de gas y escombros que formó el sistema solar. Se han identificado las fuentes de muchas acondritas encontradas en la Tierra. La mayoría pertenece al llamado clan Howardita-Eucrita-Diogenita, que se cree que se originó en Vesta 4, uno de los asteroides más grandes del sistema solar. Otro grupo de acondritas se llama angritas, y todas comparten un cuerpo parental no identificado. Otras, incluida Erg Chech 002, están desagrupadas: se desconocen sus cuerpos progenitores y sus relaciones familiares. “En nuestro estudio de Erg Chech 002 —afirmó el científico—, encontramos que contiene una gran abundancia de plomo-206 y plomo-207, así como cantidades relativamente grandes de uranio-238 y uranio-235 sin desintegrar. Medir las proporciones de todos los isótopos de plomo y uranio fue lo que nos ayudó a estimar la edad de la roca con una precisión sin precedentes”. Este descubrimiento puede ayudar a darnos una mejor comprensión de los materiales que estaban presentes en los primeros años de vida después del Big Bang (NASA/CXC/RUTGERS) También compararon la edad calculada con datos de aluminio-26 publicados anteriormente para Erg Chech 002, así como con datos de varias otras acondritas. Particularmente interesante fue la comparación con un grupo de ellas llamadas angritas volcánicas. “Descubrimos —explicó Krestianinov— que el cuerpo original de Erg Chech 002 debe haberse formado a partir de material que contenía tres o cuatro veces más aluminio-26 que la fuente del cuerpo original de las angritas. Esto muestra que ese compuesto estaba efectivamente distribuido de manera bastante desigual en toda la nube de polvo y gas que formó el sistema solar”. Sus resultados contribuyen a una mejor comprensión de las primeras etapas de desarrollo del sistema solar y de la historia geológica de los planetas florecientes. Sin duda, futuros estudios de diversos grupos de acondritas continuarán refinando la comprensión y mejorando la capacidad para reconstruir la historia temprana de nuestro sistema solar.

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Científicos descubren nueva especie de pangolín, famoso por la pandemia

Primicias .- Una nueva especie de pangolín fue descubierta por científicos a partir del análisis de escamas del mamífero que habían sido confiscadas, según un estudio publicado el 27 de septiembre de 2023. Los científicos pensaban hasta ahora que solo existían cuatro variedades asiáticas y cuatro africanas de este mamífero nocturno. Pero un estudio publicado en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences reveló la existencia de una novena especie. Las escamas del pangolín fueron clave Inicialmente, el análisis de 27 escamas confiscadas en Hong Kong en 2012 y 2013 puso a los investigadores en la pista de una nueva especie. Sin embargo, los científicos no pudieron en ese momento sacar conclusiones definitivas, ya que los fragmentos de genes disponibles eran demasiado escasos. Sobre la base de estos primeros trabajos, los investigadores analizaron escamas confiscadas en la provincia china de Yunnan (oeste) en 2015 y 2019, descubriendo una nueva línea, “distinta de las ocho especies de pangolines actualmente conocidas”. Al tener similitudes con la rama asiática de la familia de los pangolines, llamada “manis”, los investigadores le dieron el nombre de “manis mysteria”, en referencia a su naturaleza enigmática. Los pangolines asiáticos que llegan a Hong Kong y a la provincia de Yunnan proceden en su mayoría del sudeste asiático. Las escamas de este mamífero, víctima de un tráfico mundial, son especialmente codiciadas para ser utilizadas en medicina tradicional. El pequeño animal también es muy apreciado por su carne. Y en 2019 se convirtió en sospechoso de haber transmitido el coronavirus del Covid-19, que luego se convirtió en una pandemia, en un mercado de Wuhan, China.

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Científicos descubrieron que la lepra puede regenerar el hígado de algunos animales

Una de las bacterias asociadas a esta patología podría actuar sobre las células hepáticas aumentando el tamaño del órgano. Los detalles de este estudio, que fue realizado sobre mulitas La lepra es una de las enfermedades más antiguas de la humanidad. Sin embargo, el análisis de sus causas y de sus consecuencias nunca se detuvo. De hecho, recientemente, la ciencia descubrió que la bacteria que causa esta patología puede tener la capacidad de hacer crecer y regenerar el hígado de algunos animales. Esta revolucionaria observación se logró a través de un estudio realizado con mulitas, uno de los armadillos autóctonos de Argentina. El equipo a cargo de este trabajo pertenece a la Universidad de Edimburgo, ubicada en el Reino Unido. Los expertos -que publicaron el hallazgo en la revista especializada Cell Reports Medicine- encontraron que se pueden reprogramar células hepáticas para, así, aumentar el tamaño del hígado en animales adultos, sin causar ningún tipo de daño ni dejar cicatrices o generar tumores. En otras investigaciones anteriores, orientadas en el mismo sentido, se promovió el recrecimiento de aquel órgano en los ratones. En estos casos, el procedimiento fue posible a través de células madre y progenitoras con una técnica invasiva que, a menudo, provocó cicatrices y crecimiento de tumores. Basándose en estas experiencias algo fallidas, los científicos de Edimburgo utilizaron la capacidad de reprogramación celular parcial de la bacteria causante de la lepra, Mycobacterium leprae, y descubrieron que lograban el mismo efecto reconstructivo hepático sin los efectos secundarios indeseables. Estos investigadores, infectando armadillos -huéspedes naturales de la bacteria de la lepra- compararon sus hígados con el de ejemplares no infectados y con otros resistentes a la infección, descubriendo diferencias significativas: los animales que tenían la bacteria de la lepra desarrollaron hígados agrandados, sanos e ilesos con los mismos componentes vitales. Una de las hipótesis de este fenómeno es que las bacterias “capturaron” la natural capacidad regenerativa propia del hígado de los mamíferos logrando, de esa forma, aumentar su tamaño, dotándolo de más células. Además, los especialistas descubrieron a través de varios indicadores que los hepatocitos, las células hepáticas, habían literalmente rejuvenecido en los armadillos infectados. Los genes relacionados con el metabolismo, el crecimiento y la proliferación celular se activaron y los relacionados con el envejecimiento se desregularon o se suprimieron. Los científicos creen que esto se debe a que las bacterias reprogramaron las células del hígado, devolviéndolas a la etapa anterior de células progenitoras, que a su vez se convirtieron en nuevos hepatocitos y crearon nuevos tejidos hepáticos. Este maravilloso descubrimiento puede ayudar a desarrollar conocimientos sobre el envejecimiento y el daño hepático en los seres humanos y en los animales. A futuro, faltaría identificar específica y fehacientemente el mecanismo por el que las bacterias de la lepra hacen crecer al hígado como órgano funcional sin causar efectos adversos en ejemplares vivos, y quizás entonces podamos trasladar ese recurso para desarrollar intervenciones terapéuticas más seguras. De esa forma se lograría un método ideal para rejuvenecer hígados envejecidos y regenerar tejidos dañados. Fuente: Infobae

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