PortadaHomeRadioCentro

Ecuador: marzo 27, 2025

Ecuador Continental:

Ecuador Insular:

Ecuador, marzo 27, 2025
Ecuador Continental: 15:48
Ecuador Insular: 15:48

Ecuador, marzo 27, 2025

Crisis en Cuba: inflación récord, devaluación y hambre tras un año de ajustes y represión

Infobae .- La propia dictadura cubana ha reconocido una contracción del 2% en su Producto Interno Bruto (PIB) para este último período. De acuerdo con estimaciones oficiales la inflación en 2023 cerrará en un 30% Doce meses han transcurrido desde el que el régimen cubano de Miguel Díaz-Canel prometió un 2023 más próspero para la isla que, en la actualidad, enfrenta una crisis política, económica y social sin precedentes. La devaluación del peso cubano ha alcanzado niveles alarmantes, con un dólar que se cotiza en el mercado informal a más de 200 pesos y que refleja una caída de la moneda nacional de casi 50% en comparación con el año anterior. Esta situación ha tenido un impacto directo en la economía doméstica, donde en octubre de este año, el salario mínimo mensual de un cubano se redujo a 8,23 dólares, quedando por debajo de las clasificaciones internacionales de pobreza extrema. La propia dictadura cubana ha reconocido una contracción del 2% en su Producto Interno Bruto (PIB) este año. “No resulta posible alcanzar el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) a precios constantes que nos propusimos de un 3% para 2023″. El ministro de Economía Alejandro Gil, atribuyó la inflación creciente a “múltiples factores”, incluyendo el déficit de mano de obra en el sector agrícola, el aumento de los precios internacionales y la ineficacia de las medidas gubernamentales. Estos problemas han impactado directamente en la disponibilidad de productos alimenticios básicos. La devaluación del peso cubano ha alcanzado niveles alarmantes, con un dólar que se cotiza en el mercado informal a más de 200 pesos y que refleja una caída de la moneda nacional de casi 50%. (REUTERS/Alexandre Meneghini) El régimen de La Habana también ha admitido el fracaso de la Tarea Ordenamiento, un conjunto de medidas económicas implementadas en los últimos dos años y que tienen su base en uno de sus mayores planes de ajuste macroeconómico en décadas, con subidas en los precios de la energía y el fin de los subsidios universales de alimentos básicos. El primer ministro, Manuel Marrero, dijo en el Parlamento que se otorgarán ayudas específicas a los sectores más vulnerables, como los jubilados, los discapacitados y las familias de bajos ingresos. “Estamos subsidiando lo mismo a un ancianito pensionado que al dueño de grandes negocios privados que tiene mucho dinero”, afirmó Marrero, reconociendo implícitamente el crecimiento de la brecha social. La isla caribeña destina 1.600 millones de dólares al año para garantizar los alimentos de la canasta básica, que se venden a precios subsidiados en las tiendas estatales. Esta cifra supera el valor total de las importaciones de las pequeñas y medianas empresas privadas, que se legalizaron en 2021 y que ofrecen sus productos a precios muy elevados en el mercado. El régimen de La Habana también ha admitido el fracaso de la Tarea Ordenamiento, un conjunto de medidas económicas implementadas en los últimos dos años y que tienen su base en uno de sus mayores planes de ajuste macroeconómico en décadas. (EFE/ Yander Zamora) Para el economista Pedro Monreal, las medidas implementadas por el régimen de Miguel Díaz-Canel forman parte de un modelo de reforma económica de la era soviética, conocido como Liberman-Kosygin, aplicado sin éxito en varios países. De acuerdo con estimaciones oficiales la inflación en 2023 cerrará en un 30%, una cifra menor a la de 39% registrada en 2022. Según analistas el índice de precios alcanzó los tres dígitos desde 2021, niveles de inflación no vistos por los cubanos desde el triunfo de la revolución en 1959. En materia de Derechos Humanos, la situación en Cuba también ha empeorado. El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) ha calificado la situación como extremadamente grave, señalando un incremento en la pobreza extrema del 13% en un año, alcanzando un alarmante 88%. Durante el Examen Periódico Universal de Cuba ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en noviembre, se expuso el deterioro de los derechos humanos en la isla. El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) ha calificado la situación como extremadamente grave. (EFE/ Felipe Borrego) Según el OCDH, el régimen cubano ha realizado más de 11.000 detenciones arbitrarias desde mayo de 2018. Prisoners Defenders (PD) reportó 1.062 presos políticos en la isla, incluyendo 34 menores de edad, muchos de los cuales fueron procesados por su participación en las protestas antigubernamentales del 11 de julio de 2021. PD también informó sobre la existencia de alrededor de 15 patrones de tortura, afectando no solo a los detenidos sino también a sus familias.

Crisis en Cuba: inflación récord, devaluación y hambre tras un año de ajustes y represión Leer más »

Se apaga lentamente el incendio inflacionario en Venezuela

El Pais .- El aumento de los precios pierde aliento tras un duro ajuste que ha empobrecido aún más a los asalariados. El país espera una moderada expansión económica gracias a la flexibilización de las sanciones internacionales Luego de una tormenta hiperinflacionaria de carácter histórico en América Latina, que desató un inédito trastorno de precios que destrozó la economía a partir del año 2016, los índices de precios en Venezuela empiezan finalmente a perder terreno. Las tablas del Banco Central promedian una tasa del 3,2% en el mes de noviembre, la más baja en muchos meses en el país, dando continuidad a un descenso evidente en octubre y septiembre. Con estos pasos, Venezuela va camino de ceder el primer lugar de la clasificación. El promedio anual actual se ubica en un 185%, aún tremendamente alto, pero muy lejos de los disparatados años de 4.000% y 6.000% de 2016 o 2017. Los expertos consultados, como Henkel García, director de la consultora AlbusData, aseguran que, si la conflictividad política no sale de su cauce- lo que aún está por verse-, el país podría finalmente terminar 2024 con una tasa inflacionaria de dos dígitos. Luego de un 2023 con una modesta tasa de crecimiento, se espera también una expansión de la economía en 2024 gracias a una recuperación del ingreso fiscal por la supresión o flexibilización de las sanciones energéticas por parte de Estados Unidos. Francisco Rodríguez, académico de la Universidad de Denver, calcula que el rango de la expansión del PIB puede estar entre 2 y 6 por ciento. Algunos hacen cálculos incluso más optimistas. Una hostil política de estatizaciones junto el endurecimiento de controles cambiarios, fiscales y comerciales, impulsados por Nicolás Maduro al asumir funciones en el Gobierno en 2013 para dar continuidad al legado de Hugo Chávez, además de la corrupción generalizada en casi todas sus instancias, produjo en 2014 una debacle cambiaria que agravó el desabastecimiento y una grave sangría de divisas en Venezuela. Durante casi todo el siglo XX, el país tuvo una envidiable estabilidad cambiaria, de varias décadas de duración y, hasta 1980, algunas de las tasas inflacionarias más bajas del mundo. Las sanciones internacionales aplicadas por Estados Unidos, la Unión Europea, y otros actores al Gobierno de Maduro acabó agravando la tormenta creada por el chavismo y ataron de manos al Ejecutivo, precipitando además el desplome de Petróleos de Venezuela (PDVSA), la petrolera estatal ya carcomida por la corrupción. “Luego de un duro ajuste de casi dos años, finalmente la inflación cede. La sociedad ha pagado un costo altísimo para mitigar este fenómeno porque el ajuste ejecutado por Maduro ha sido muy contractivo y ha lastimado muchísimo la calidad de vida de los asalariados”, afirma el economista Leonardo Vera de la Universidad Central de Venezuela. Vera apunta que la inflación cede porque -a diferencia de lo hecho en los años 2014-2015-2016, en los cuales se decretaban alegres aumentos de salariales sin fundamento fiscal- el Gobierno de Nicolás Maduro ha tenido cuidado de no cometer el mismo error y no ha movido la escala de sueldos, en este momento la más baja de América Latina. “El encaje bancario, que sigue en 73%, y que debe ser el más grande del mundo, terminó matando el crédito en Venezuela, pero produjo consecuencias. Por otro lado, el anclaje cambiario ha tenido efecto, pero ha limitado la producción local, y tiene marco inestable”, afirma Vera. Luego de años escondiendo las cifras de la economía y negándose a presentar cuentas al Parlamento que dominó la oposición hasta 2020, Delcy Rodríguez, vicepresidenta de la República, a cargo del área económica, ha presentado al legislativo el Presupuesto de 2024, donde se prevé un aumento en los ingresos nacionales. “La inflación se ha desacelerado, lo hizo en noviembre respecto a octubre, lo hará en diciembre, y también en enero”, afirma el analista financiero Henkel Garcia. García coincide con Vera en torno a no decretar aumentos salariales como una de las causas de la pérdida de vigor en el aumento de precios. “Los ingresos fiscales del país han aumentado un poco y eso ha permitido cierta estabilidad cambiaria. Claro, eso lo está pagando el trabajador”. La economía venezolana actual, una expresión muy reducida de su versión tradicional, sobrevive hoy con sus ingresos petroleros, en en apenas 800.000 barriles diarios de producción, la producción aurífera, los ingresos por remesas, y una tibia recuperación en su producción de hierro e insumos siderúrgicos, luego de gestiones desastrosas en las cuales se perdieron millones de dólares. Las industrias funcionan hoy al 30% de su capacidad y sirven un mercado mucho más pequeño, luego de la masiva diáspora de estos años. La industria de la construcción sigue decaída. El crédito bancario había quedado pulverizado con la inflación y apenas ahora se asoma de nuevo al mercado. La concreción de estas expectativas económicas dependerá del desempeño entre las tensiones entre el Gobierno de Maduro, la oposición venezolana y los Estados Unidos. La detención de Roberto Abdul, director de la ONG Súmate, podría terminar de agrietar lo acordado en Barbados, y la restauración de sanciones totales a Venezuela es una posibilidad cierta. Los analistas consultados dudan sobre el regreso inminente de sanciones, aun a pesar de esta nueva crisis del diálogo. “Mi impresión es que las sanciones serán flexibilizadas aun a pesar de que fracasen los acuerdos de Barbados”, afirma el economista Francisco Rodríguez. “Creo que parte importante del actual Gobierno de Estados Unidos quiere normalizar sus relaciones con Venezuela y tiene muy presente el fracaso de la política de sanciones. Hay problemas con la crisis migratoria y un interés por el petróleo venezolano. Puede haber grises en la interpretación de las sanciones, entre lo acordado en Barbados y algunos acuerdos parciales”.

Se apaga lentamente el incendio inflacionario en Venezuela Leer más »

La inflación se moderó en noviembre en Estados Unidos, pero se resiste a bajar del 3%

El País .- Los precios subieron a un ritmo interanual del 3,1% pese al respiro por el abaratamiento de la gasolina La hoja de ruta se mantiene. La inflación se ha enfriado el último año y medio, pero la estabilidad de precios se resiste. Los precios subieron en Estados Unidos un 3,1% en los últimos 12 meses, según el dato de inflación de noviembre publicado este martes por la Oficina de Estadísticas Laborales, una décima menos que el mes anterior. La inflación subyacente, que excluye la energía y la compra de alimentos, está aún en el 4%. Las cifras se publican el mismo día en que el comité de política monetaria de la Reserva Federal empieza una reunión de dos días sobre los tipos de interés. Se espera que los mantenga en el 5,25%-5,5%, que es su nivel más alto desde marzo de 2001. Los precios de la energía han caído un 5,4% en el último año, gracias sobre todo al abaratamiento de la gasolina, del 9,8%. La subida de la comida se ha moderado también, sobre todo la de los alimentos para el consumo en el hogar, que se han encarecido un 1,7% en los últimos 12 meses, mientras que el precio de comer fuera de casa sube a una tasa del 5,3%. En octubre, la subida mensual de los precios fue del 0,1%. El índice de la vivienda siguió subiendo en noviembre, compensando el descenso del índice de la gasolina. El índice de energía cayó un 2,3% durante el mes, gracias al descenso del 6,0% en la gasolina. La inflación subyacente subió un 0,3% mensual en noviembre y se sitúa en el citado 4%, una cifra que duplica el objetivo de estabilidad de precios, del 2%. La inflación lleva sin situarse por debajo del 3% en Estados Unidos desde marzo de 2021. La recuperación de la demanda tras la pandemia, con una política fiscal y monetaria expansiva, y los problemas de oferta, con los atascos en la cadena de suministros y las dificultades para recuperar el ritmo de actividad, hicieron subir los precios. La situación se agravó con la guerra de Ucrania, que encareció el petróleo, los alimentos y otras materias primas. La inflación marcó un máximo del 9,1% en junio de 2022, la más alta en cuatro décadas, lo que ha hecho calar entre los estadounidenses la idea de que la economía va mal, a pesar de la fuerte creación de empleo, la resistencia del crecimiento y las multimillonarias inversiones atraídas. Desde ese máximo de mediados de 2022, la inflación estuvo bajando 12 meses de forma ininterrumpida hasta el 3,0% de junio pasado. El repunte de la gasolina hizo que los precios acelerasen de nuevo su marcha en agosto y septiembre, para frenar de nuevo al 3,2% en octubre. El tramo final hasta el objetivo del 2% es el que se muestra más complicado para los responsables de la política monetaria, que llevan más de un año tratando de lograr el ansiado aterrizaje suave de la economía: controlar los precios sin meter a la economía en una recesión en toda regla. La Reserva Federal no ha vuelto a subir los tipos desde julio, pero ha conseguido mantener al mercado en tensión con sus reiteradas advertencias de que está dispuesto a subir los tipos si la inflación no cede hasta el objetivo del 2%. Aunque es posible que Powell reitere este miércoles ese mensaje, el mercado empieza a creer que va un poco de farol. Mantener abierta esa opción le permite esquivar la pregunta sobre las bajadas, pero es en eso en lo que está centrado el mercado. Este miércoles, además de la decisión sobre tipos (hay práctica unanimidad en que no los moverá), la Reserva Federal publicará las estimaciones de los miembros de su comité de política monetaria sobre dónde se situará el precio del dinero a finales de 2024, 2025 y 2026. Los inversores están centrados en ver qué ritmo de rebaja de tipos anticipa el banco central, aunque se trata de una mera previsión que no los compromete a nada. De hecho, con frecuencia se equivocan al pronosticar lo que van a hacer.

La inflación se moderó en noviembre en Estados Unidos, pero se resiste a bajar del 3% Leer más »

Inflación mensual cae de manera consecutiva y se ubica en -0,4 en noviembre

El índice de precios al consumidor de noviembre de 2023 tuvo un valor negativo, por segundo mes consecutivo. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), el registro marcó -0,4%, frente a las cifras de octubre. Además, es el cuarto mes consecutivo que la inflación refleja valores menores al periodo previo.  En octubre fue -0,18% mientras que en septiembre había sido de 0,04%. INEC también menciona que las ciudades donde hubo más inflación anual en noviembre fueron Santo Domingo, con 2,40%, seguida de Guayaquil, que tuvo una inflación de 2,33%. Por otro lado, Loja y Ambato tuvieron la inflación anual más baja, con 0,28% y 0,66% respectivamente. También algunos productos como el café, naranja choclo y aceite, aumentaron su precio.

Inflación mensual cae de manera consecutiva y se ubica en -0,4 en noviembre Leer más »

Los grandes bancos de Estados Unidos mejoran sus beneficios por la subida de los tipos de interés

El País .- JPMorgan, Bank of America, Wells Fargo, Citi, Morgan Stanley y Goldman Sachs ganan un 20% más en el tercer trimestre del año Las cuentas salen en Wall Street. Tras las turbulencias financieras de la primera mitad del año, los grandes bancos de Estados Unidos han cerrado un tercer trimestre de beneficios récord gracias a la subida de los tipos de interés y a que la temida recesión nunca termina de llegar. Las grandes entidades han logrado cobrar más por sus créditos sin tener que elevar apenas la remuneración de los depósitos. Al tiempo, han tenido que hacer menos provisiones de las que se esperaban. Incluso el negocio de banca de inversión empieza a respirar tras la hecatombe del año pasado gracias al aumento de salidas a Bolsa, colocaciones y operaciones corporativas. JPMorgan, Bank of America, Wells Fargo, Citi, Morgan Stanley y Goldman Sachs han logrado un beneficio agregado de 34.024 millones de dólares (unos 32.180 millones de euros al tipo de cambio actual) en el tercer trimestre de 2023, un 17% más que en el mismo periodo del año anterior. JP Morgan ha logrado resultados récord para un tercer trimestre y para el acumulado de los primeros nueve meses del año. Wells Fargo roza su récord del tercer trimestre, aunque el resultado de nueve meses está lejos de sus mejores ejercicios. Bank of America ha tenido su mejor resultado de los tres Medea de verano desde 2010. En cambio, Citi aún no se ha recuperado de la caída de beneficios del año pasado. Goldman Sachs vuelve a sufrir un descenso de sus ganancias, sobre todo por su exposición al sector inmobiliario, al igual que Morgan Stanley, al que pasa factura aún la banca de inversión. El gran triunfador del contexto actual es JP Morgan Chase, el mayor banco de Estados Unidos, que amplía su ventaja frente al resto por tamaño y beneficios. El banco que dirige Jamie Dimon ganó 13.151 millones en el tercer trimestre, un 35% más que en el mismo periodo del año pasado, según comunicó el viernes pasado. JP Morgan salió reforzado de la sacudida del sector financiero provocada por la caída de Silicon Valley Bank, a la que siguieron otras entidades medianas. Los depositantes buscaron la seguridad de los grandes bancos, lo que sirvió para contener el coste de su pasivo. Además, JP Morgan acabó rescatando First Republic en muy buenas condiciones y se está beneficiando de ello. Sin su aportación, el beneficio habría crecido el 24% en el tercer trimestre. La misma subida de tipos que puso en aprieto a las entidades medianas cargadas con carteras de deuda ha servido en el caso de JP Morgan para impulsar sus ingresos hasta niveles récord. Además, la entidad ha tenido que realizar menos provisiones por créditos de las que se esperaban, lo que también ha impulsado la rentabilidad. Pese a ello, Dimon se mostró prudente en la conferencia con analistas: “Nos enfrentamos a tantas incertidumbres que solo podemos ser muy cautos”, dijo, alertando de que es el “momento más peligroso que ha visto el mundo en décadas”. Además del entorno macroeconómico y geopolítico, Dimon ha advertido sobre el endurecimiento regulatorio y las exigencias de más capital que prepara la Reserva Federal en cumplimiento de las normas internacionales de solvencia (Basilea III). Bank of America, el segundo mayor banco, también ha logrado ganar cuota a costa de otras entidades más débiles. “Hemos añadido clientes y cuentas en todas las líneas de negocio. Y lo hemos hecho en una economía saneada, pero en desaceleración, en la que el gasto de los consumidores estadounidenses sigue siendo superior al del año pasado, pero continúa ralentizándose”, ha señalado en la nota de resultados el presidente y consejero delegado de la entidad, Brian Moynihan. La entidad logró un beneficio neto consolidado atribuible de 7.270 millones de dólares, un 11% más que en el mismo periodo de 2022 y la mayor cifra de un tercer trimestre desde 2010. La subida de los tipos de interés fue el motor de los ingresos. Sin embargo, en el caso de Bank of America esa subida de tipos tiene una contrapartida que le ha penalizado en Bolsa. La entidad acumula fuertes pérdidas en la cartera de bonos mantenidos hasta su vencimiento. Son pérdidas que no se reconocen en los beneficios porque el banco tiene previsto mantener los bonos hasta su amortización, pero implican un elevado coste de oportunidad. Esas minusvalías latentes aumentaron a 131.000 millones de dólares en el tercer trimestre, frente a los 116.000 millones del mismo periodo del año anterior. Han sido pérdidas de ese tipo las que han metido en problemas a entidades con balances más débiles que el de Bank of America. Cambio de líder hipotecario El mayor aumento relativo del beneficio del tercer trimestre se lo ha apuntado Wells Fargo, que ganó 5.767 millones de dólares, un 61% más que en el mismo periodo del año pasado. De las grandes entidades, es el banco que más se beneficia de la subida de los tipos de interés, que impulsaron su margen de intereses un 8%, a 13.105 millones de dólares, y los ingresos totales un 7%, hasta 20.857 millones de dólares. A eso se unió una menor necesidad de provisiones, con lo que se redujo el coste del crédito del banco con sede en San Francisco. Eso sí, tras un largo reinado como el mayor banco hipotecario estadounidense, Wells Fargo se ha visto superado por JP Morgan en gestión crediticia a terceros, volumen de emisión y préstamos hipotecarios de cartera, en parte gracias a la adquisición de First Republic. Wells Fargo llegó a emitir uno de cada tres préstamos hipotecarios en Estados Unidos, pero tiene una limitación de tamaño impuesta por la Reserva Federal y ha ido apostando por otros segmentos. Por su parte, Citi mejoró su resultado un 2%, hasta 3.546 millones de dólares en el tercer trimestre, gracias a un fuerte crecimiento de los ingresos, impulsados por las subidas de tipos de interés y por la negociación de títulos de renta fija y divisas. Superó con mucho las previsiones

Los grandes bancos de Estados Unidos mejoran sus beneficios por la subida de los tipos de interés Leer más »

Argentina se acerca a las elecciones con una economía incendiada

El País .- La devaluación del peso en los mercados paralelos y el aumento de la inflación hacen pensar en una difícil transición hasta el 10 de diciembre Argentina se acerca a una de las elecciones más inciertas de su historia reciente, con la economía convertida en un campo minado que deberá desactivar el próximo presidente. Gane quien gane el 22 de octubre, se anticipa una transición muy compleja hasta su asunción, el 10 de diciembre. A diferencia de los últimos comicios, tres candidatos —y no dos— se disputan la jefatura de Estado: el ultra Javier Milei, el ministro de Economía Sergio Massa y la conservadora Patricia Bullrich. El peronista Alberto Fernández, con la popularidad por los suelos, renunció a buscar la reelección y cedió la candidatura oficialista a Massa, quien ha perdido la pelea contra la inflación —roza el 140% interanual— pero busca ganarla en las urnas. No lo tiene nada fácil. Todas las encuestas anticipan la victoria del candidato del partido de ultraderecha La Libertad Avanza, quien alimenta la zozobra económica en busca de más apoyo popular y acumula denuncias en los tribunales por sus declaraciones incendiarias. El ganador o ganadora debe obtener el 45% de los votos o el 40% a 10 puntos de distancia del segundo para ser elegido presidente el 22 de octubre. De no ser así, competirá contra el segundo más votado en segunda vuelta el 19 de noviembre. El candidato Javier Milei en un mitin de campaña.NATACHA PISARENKO (AP) Milei, diputado desde 2021, ha sido el protagonista de esta campaña electoral. El duro mensaje de este economista ultraliberal contra la casta política —a la que tilda de ladrona, parasitaria e inútil— le permitió atraer el voto de millones de personas hartas de años de deterioro económico y social y convertirse en el candidato más votado en las primarias del 13 de agosto. Ganó en 16 de las 24 provincias del país. Desde entonces, Milei se ha mantenido en cabeza en intención de voto, aunque el fracaso de los sondeos en las anteriores elecciones deja margen para la sorpresa. El candidato antisistema creció a través de las redes sociales, por fuera del radar de los medios y de la red territorial de la que disponen los partidos tradicionales. “Nunca hubo un cartel de Milei acá, no lo vimos venir, entró por la ventana”, señalaba días atrás un referente de la Villa 21-24, el barrio popular más grande de Argentina, durante una recorrida. Milei obtuvo un gran apoyo de los sectores más vulnerables, tradicionalmente afines al peronismo, aunque también de votantes de clase media y alta. Su promesa de podar con motosierra el gasto público no asusta a una ciudadanía cansada de vivir con una inflación que devora los salarios. Buenos Aires, en disputa En las últimas semanas, Milei ha recorrido provincias que ganó en primarias sin haber pisado. Es el caso de Salta, en el noroeste de Argentina, donde arañó el 50% de los votos. El economista cerró allí su campaña federal —que ha bautizado como “tour de la libertad”— el pasado jueves antes de concentrarse esta última semana en la provincia de Buenos Aires, el mayor distrito electoral, que aporta casi el 40% de los votos. La provincia bonaerense es el territorio más disputado. A diferencia de otras regiones, que optaron por anticipar sus elecciones provinciales y municipales, el 22 de octubre Buenos Aires vota presidente, legisladores, alcaldes y gobernador provincial. El kirchnerista Axel Kicillof, que busca la reelección, fue el más votado en las primarias y confía en retener el control de este distrito clave. Kicillof tiene a su favor la división de la oposición: en Buenos Aires no hay segunda vuelta y el domingo que viene se conocerá el ganador. Le juegan en contra, en cambio, una situación económica que empeora semana a semana y los escándalos que han salpicado a su equipo más cercano. Su jefe de Gabinete, Martín Insaurralde, renunció al cargo y a su candidatura a concejal del municipio de Lomas de Zamora tras la difusión de imágenes que lo mostraban a bordo del yate de lujo Bandido en Marbella en compañía de la modelo Sofía Clérici. Las fotografías se viralizaron pocos días después de que se diese a conocer un nuevo aumento de la pobreza en el país sudamericano: cuatro de cada diez argentinos son pobres y uno de cada diez ni siquiera tiene ingresos suficientes para comprar alimentos. Tanto Milei como Bullrich esperan robarle votos por un escándalo que las bases kirchneristas consideran parte de una campaña sucia contra ellos y las opositoras blanden como un nuevo ejemplo de corrupción mientras avanzan las causas pendientes contra la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner. La economía, centro de la campaña Massa, segundo en los sondeos, intenta evitar fuga de votos por derecha a Milei, por el centro al peronista disidente Juan Schiaretti y por izquierda a Myriam Bregman, una de las oradoras destacadas en los debates presidenciales. Sin logros que mostrar tras un año al frente del Palacio de Hacienda, Massa teme además el impacto que tendrá en las urnas el último estallido de la economía argentina: la brusca devaluación del peso en los mercados paralelos. A principios de octubre, un dólar se cambiaba por 800 pesos en las calles de Buenos Aires, pero la divisa estadounidense tocó un techo de 1.050 pesos antes de retroceder por debajo de los mil el jueves, último día hábil en Argentina. Sergio Massa durante el debate presidencial.AGUSTIN MARCARIAN (REUTERS) Faltan cuatro jornadas cambiarias antes de las elecciones del 22 de octubre y se prevé que el Gobierno ordenará nuevas redadas policiales para intentar desalentar operaciones en el mercado informal, el único que opera sin restricciones. Será más difícil que pueda frenar el nuevo aumento de precios derivado de la última depreciación de la moneda. Tras un dato de inflación récord en septiembre, del 12,7% mensual y el 138,3% interanual, se espera uno todavía peor para octubre. La espiral inflacionaria es la punta del iceberg de los grandes desequilibrios macroeconómicos de un país con déficit fiscal, abultada emisión monetaria, una deuda externa que no puede pagar y sin

Argentina se acerca a las elecciones con una economía incendiada Leer más »

Guayaquil fue la ciudad con mayor inflación en agosto de 2023

Primicias .- La inflación anual de agosto de 2023 fue de 2,56% en Ecuador, según el INEC. Guayaquil es la ciudad que tuvo mayor variación de precios. Guayaquil tuvo la inflación anual más alta en agosto de 2023, con 3,26%, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). Aunque muestra una disminución de 0,56% frente a agosto de 2022. Según el análisis por ciudades principales de la variación del Índice de Precios al Consumidor, del INEC, a Guayaquil le sigue Manta, con 3,06%, y Santo Domingo, con 2,85%. En cambio, Machala tuvo la inflación más baja, con 1,59%. La inflación anual de agosto de 2023 en Ecuador fue de 2,56%, lo que muestra una caída de 1,21 puntos porcentuales frente a igual mes de 2022, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos. Mientras que la inflación mensual, es decir, la variación de precios entre julio y agosto de 2023, fue de 0,50%. Es menor a la inflación mensual de julio, que fue de 0,54%. Pero si se compara con agosto de 2022 sí ha habido un incremento de 0,47 puntos porcentuales. A Flourish chart La categoría de consumo con mayor incidencia en la inflación anual de agosto fue alimentos y bebidas, con 1,68%. Después, están restaurantes y hoteles, con 0,23% de incidencia. La canasta familiar básica cerró en agosto en USD 785,47, un incremento de 4% con relación a agosto de 2022, cuando estaba en USD 754,17, según el INEC. Manta es la ciudad con el valor de la canasta más alto, con USD 820,76. Le sigue Quito, con un monto de USD 819,26.

Guayaquil fue la ciudad con mayor inflación en agosto de 2023 Leer más »

La economía de la zona euro volvió a crecer en el segundo trimestre tras meses de estancamiento

Infobae .- Los 20 países que utilizan el euro registraron un crecimiento del 0,3% en el último trimestre. La inflación continuó su declive gradual y cayó al 5,3% en julio. No obstante, crece la preocupación por el impacto del aumento de las tasas de interés en la recuperación.     La economía de la eurozona creció de forma modesta en el último trimestre tras meses de estancamiento o contracción, al tiempo que subidas de tasas de interés diseñadas para combatir la inflación encarecían la deuda, la inversión y el gasto para hogares y negocios. Los 20 países que utilizan el euro y sus 346 millones de habitantes registraron un crecimiento del 0,3% entre abril y junio, según indicó el lunes la agencia de estadística de la UE, Eurostat. Era una mejora desde el cero del primer trimestre del año y el ligero declive del último trimestre del año pasado, pero no por mucho. Una revisión elevó las cifras del primer trimestre de una contracción del 0,1%, lo que eliminaba un registro de dos trimestres de decrecimiento seguidos. La inflación en la eurozona, por su parte, continuó su declive gradual y cayó al 5,3% en julio, desde el 5,5% de junio. El crecimiento económico europeo recibió un impulso con el crecimiento del 0,5% en Francia y del 0,4% en España, mientras que el descenso de la inflación ha ayudado a reforzar el poder de gasto de los consumidores. Compradores llevan bolsas mientras caminan por una concurrida calle comercial en Hamburgo, Alemania (REUTERS/Fabian Bimmer) Sin embargo, la cifra francesa se veía impulsada por un evento puntual: la entrega de un único objeto manufacturado de gran tamaño, un crucero. Esa anomalía estadística mejoró la tasa de crecimiento gala pero hacía poco por disimular la débil demanda de productos en la segunda economía más grande la eurozona. El crecimiento más grande se registró en Irlanda, un 3,3%. Las cifras de crecimiento del país a menudo muestran amplias variaciones debido a las grandes compañías internacionales que instalan sus sedes allí. La economía más grande de la eurozona, Alemania, tuvo problemas en el segundo trimestre y su crecimiento se quedó a cero tras dos trimestre seguidos de contracción, mientras lidia con los altos costes de la energía asociados a la guerra en Ucrania. Impacto de la guerra en Ucrania Europa sigue lidiando con los efectos de la invasión rusa de Ucrania, que ha supuesto el corte de la mayoría del flujo de gas natural ruso al continente, lo que disparó los precios de ese combustible y de la electricidad que produce. En Alemania, la potencia manufacturera del bloque, el vicecanciller y ministro de Economía Robert Habeck ha propuesto introducir límites a los precios de la energía para la industria con ayuda del gobierno. El ministro alemán de Protección Económica y Climática, Robert Habeck, (en naranja) durante su visita a la planta siderúrgica de ThyssenKrupp en Duisburg, Alemania (REUTERS/Wolfgang Rattay) Lo peor del pico de precios ha pasado, pero los costes siguen siendo más altos que antes de la guerra. La energía ha dejado de ser un impulsor importante de la inflación, pero los europeos topan con altos precios cuando compran alimentos, prendas y otros productos. Mientras tanto, el repunte de empresas de servicios como hoteles y restaurantes que sufrieron durante la pandemia del COVID-19 se ha mantenido en su mayoría. Se esperaba que los viajes, especialmente en los países mediterráneos donde el turismo es un motor importante, impulsaran el crecimiento en el tercer trimestre, cuando mucha gente pasaba las vacaciones estivales en Grecia, España e Italia, pese a recientes olas de calor e incendios forestales. Por lo demás, las previsiones para el resto del año eran discretas. Las altas altas de interés frenan la recuperación La presidenta del Banco Central Europea Christine Lagarde (REUTERS/Kai Pfaffenbach/archivo) Otro lastre sobre la economía era la rápida sucesión de subidas de las tasas de interés introducidas por el Banco Central Europeo para contener la inflación. El BCE impuso el jueves su noveno incremento seguido, elevando su tasa de referencia para depósitos de -0,5% al 3,75% en apenas un año, un ritmo récord desde la creación del euro en 1999. Eso ha subido las cuotas de las hipotecas y provocado cancelaciones en proyectos de construcción debido a un crédito demasiado costoso o no disponible. El sondeo sobre préstamos del banco central mostraba el menor nivel de créditos empresariales y líneas de crédito desde que comenzó la estadística en 2003. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, no confirmó si el banco seguiría subiendo las tasas en su siguiente reunión del 14 de septiembre, y dijo que la decisión dependería de los siguientes datos de inflación. Desde que se iniciaron las subidas, la inflación ha caído de forma continuada desde un máximo del 10,6% en octubre al 5,5% en junio, aún por encima del objetivo del 2% del BCE. Los responsables del banco dicen que las medidas duras ahora evitarán una restricción aún más dolorosa del crédito en el futuro si la inflación se sale de control.

La economía de la zona euro volvió a crecer en el segundo trimestre tras meses de estancamiento Leer más »

La reactivación económica de Venezuela se estrella con la fragilidad del crédito

El País .- Las cifras comienzan a recuperarse luego de la quiebra de la economía en 2018, pero siguen muy lejos de los niveles deseables, atascadas por las altas tasas de inflación y la crónica incertidumbre.   Venezuela es, en este momento, el país que tiene la tasa crediticia más baja de América Latina, y esta circunstancia deja el funcionamiento de su economía con uno de sus motores naturales averiados. La debilidad del crédito bancario en el país sigue representando –junto al levantamiento de las sanciones, el regreso al financiamiento internacional y la recuperación de su industria petrolera- uno de los obstáculos más notorios para que el país retome las tasas de crecimiento previas a su profunda crisis social y política.   Hay consenso entre los actores económicos -incluyendo al Gobierno chavista- en torno a la necesidad de recuperar la tasa de financiamiento de proyectos productivos, pero las altas tasas de inflación y la debilidad de la economía luego del derrumbe del ciclo 2014-2020 le colocan claros límites a este objetivo. La banca venezolana, la quinta en tamaño de América Latina hasta el año 2012, tras haber sido azotada por cuatro años de hiperinflación, sobrerregulaciones y amenazas, es hoy una de las más pequeñas de toda la región.   En 2022, los préstamos y financiamientos para consumo y desarrollo de proyectos de la banca nacional mostraron una clara recuperación – promediando, de acuerdo con cálculos de la consultora Ecoanalítica, unos 1.000 millones de dólares-, pero su nivel sigue siendo diminuto, muy lejos de su ritmo histórico, que llegó a ubicarse en 15.000 millones. En 2016, en plena crisis de hiperinflación, las cifras de financiamiento de la banca privada tocaron la ridícula cifra de 400 millones de dólares.   “La hiperinflación, la depreciación de la moneda, y el consecuente debilitamiento de la banca, además de importantes problemas de sobrerregulación por parte de las autoridades, han ocasionado este derrumbe”, señala Asdrúbal Oliveros, economista y socio directivo de la firma Ecoanalítica.   El portal informativo Hispanopost señalaba que, hace poco, algunos banqueros se reunieron con las autoridades venezolanas con el objeto de explorar la posibilidad de autorizar el volumen de créditos a través de la reducción del encaje legal. Todo indica que, de momento, el Banco Central de Venezuela no podrá hacer mucho más para complacer estas demandas.   Un alto ejecutivo bancario que prefirió mantener su nombre en la reserva confirmó la existencia de ésta y otras conversaciones con las autoridades. “Se les ha dicho que hay que bajar el encaje. En el Banco Central de Venezuela entienden que el crédito no se está alimentando de los depósitos, sino del patrimonio de los bancos. El BCV está haciendo grandes intervenciones para mantener el tipo de cambio. Con la dolarización vinieron los créditos indexados, dolarizados, en 8 por ciento, y préstamos al 16 por ciento de interés. Eso hace que mientras los depósitos bajen, el crédito comience a subir”. “Para frenar el precio del dólar, el Gobierno aplica una política monetaria restrictiva con un elevado encaje que impide a los bancos prestar más del 70% de los depósitos que reciben del público”, observa el economista y exministro de minería Víctor Alvarez. “El elevado encaje deja sin liquidez a los bancos para financiar la producción y el consumo. Por eso en Venezuela no hay créditos hipotecarios, tampoco para comprar automóviles, y ni siquiera para comprar artefactos electrodomésticos. Y el límite de la mayoría de las tarjetas de crédito gira en torno a los 20 dólares. Los bancos están descapitalizados y patrimonialmente no pueden afianzar un elevado volumen de créditos”.   La consecuencia inevitable es que esta restricción, afirma Alvarez, es el freno al consumo privado, “componente clave de la demanda agregada que mueve la producción y reactiva la economía”. “Las tasas de crédito tuvieron un repunte importante, de casi el 90% en 2022, pero lo curioso es que eso sigue siendo insignificante”, dice José Manuel Puente, economista y académico del Instituto de Estudios Superiores de Administración, IESA.   Puente afirma que la reducción de las tasas inflacionarias es una condición necesaria, pero no suficiente, para apuntalar la recuperación de los préstamos, y afirma que, para que el crecimiento en el país sea sostenido, será necesario “un programa adecuado de estabilización macroeconómica con ayuda financiera internacional. Es imposible que los préstamos de la banca a los sectores productivos aumenten mucho con tasas reales negativas como las que existen en Venezuela: un promedio de 40% en un país que tiene una inflación superior al 200%”.   Venezuela necesita conjurar el grave problema inflacionario que todavía padece para emprender una recuperación económica que le regrese protagonismo a la banca nacional y dinamice su economía. Las políticas restrictivas de la liquidez que adelanta el Ejecutivo tienen un sesgo recesivo, que ata a los bancos de pies y manos.   “El crédito bancario seguirá aumentando, quizás de forma inercial”, pronostica la fuente vinculada a la banca. “Falta mucho. Para que el aumento sea vigoroso, se necesitan más depósitos y generar ganancias por la vía de la devaluación: te presto 100, me tienes que pagar eso, más 16%, más la depreciación. Eso obliga a pagar 232. De esos, 116 son lo pactado, y el resto mi ganancia. Si no hay depreciación, las ganancias de la banca se reducen”.

La reactivación económica de Venezuela se estrella con la fragilidad del crédito Leer más »

El combate contra la inflación monopoliza la campaña electoral en Argentina

El País .- El IPC interanual alcanza el 115,6%, nuevo récord de las últimas tres décadas, pese a la ralentización mensual en junio La inflación de Argentina aumentó un 6% y el alza del IPC interanual escaló hasta el 115,6%, nuevo récord en tres décadas. El dato oficial difundido este jueves sería catastrófico en casi cualquier país del mundo, pero para el Gobierno argentino supone una noticia esperanzadora. El motivo: se trata del tercer mes consecutivo con una inflación mensual a la baja. En abril fue del 8,4%; en mayo, del 7,8%. El 6% registrado en junio es el mejor dato desde enero y permite al ministro de Economía, Sergio Massa, mostrar una victoria, aunque sea pírrica, en la batalla electoral en curso, en la que aspira a ser elegido presidente como candidato del peronismo. La oposición, por el contrario, hace hincapié en el fracaso de la política económica gubernamental, que vacía los bolsillos de la población. “La inflación es mucho más que números y porcentajes, es la angustia que te da ver que la plata no te alcanza y no podés a llegar a fin de mes”, denunció Horacio Rodríguez Larreta, precandidato a presidente por la coalición opositora Juntos por el Cambio (JxC), tras difundirse el IPC. “Mientras que en el resto de Latinoamérica la inflación es menor del 15% anual, este gobierno ya nos llevó a un 115,6% en el último año. Esto no da para más”, agregó en las redes.   Su rival en la interna de JxC, Patricia Bullrich, pidió a Massa escuchar a la gente “en lugar de querer tapar la realidad”. Al igual que Rodríguez Larreta, la exministra de Seguridad macrista destacó la cifra interanual.   En la primera mitad de 2023, el IPC aumentó un 50,7%. En junio, los alimentos y bebidas no alcohólicas fueron el valor que menos aumentó, un 4,1%, casi dos puntos por debajo del promedio general. Representan casi un cuarto del total del IPC, lo que ayuda a explicar el descenso de junio respecto a los meses anteriores. En el otro extremo, el alza del 9% en el rubro de comunicaciones tuvo un impacto pequeño en la cuenta general.   Una incipiente ralentización del consumo, sumada a la caída de frutas y verduras estacionales y los acuerdos de precios entre el Gobierno y las empresas alimenticias, contribuyeron al aumento moderado de la canasta alimentaria. Sin embargo, no hubiese sido posible tampoco sin la relativa paz cambiaria de los últimos dos meses. Gráfica de la inflación en Argentina de julio de 2022 a junio de 2023.INDEC La fuerte intervención del Banco Central en el mercado cambiario ha propiciado una devaluación sostenida del peso, sin sobresaltos bruscos, a costa de una significativa pérdida de reservas internacionales del organismo. Las múltiples restricciones a las importaciones y a la compra de dólares y la subida de las tasas de interés han evitado también a una escalada aún mayor. “Es un alivio efímero”, advierte el economista Juan Manuel Telechea, autor del libro Inflación, ¿por qué Argentina no se la puede sacar de encima? Telechea cree que la tensión cambiaria irá en aumento y el peso acelerará su depreciación si se mantiene el ritmo actual de pérdida de reservas y no hay un acuerdo rápido con el FMI para el desembolso de fondos. Ya ha comenzado a suceder esta semana. Por primera vez, el dólar ha derrotado al yaguareté, el billete de 500 pesos argentinos. En el centro de Buenos Aires se ofrecían este jueves 506 pesos por cada dólar. Los argentinos que quieren comprar divisas para ahorrar o para adquirir bienes dolarizados como inmuebles o automóviles tienen que recurrir al mercado informal o blue. El volumen que mueve este mercado es pequeño, pero tiene un gran impacto psicológico porque se considera un termómetro de la salud de la economía. Si sube de golpe, es visto como una señal de peligro. Entre los economistas se impone el pesimismo, aunque en distintos grados. Para Joaquín Waldman, integrante del Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES), una mirada del último año muestra que el IPC argentino refleja vaivenes de dos puntos porcentuales arriba o abajo, lo que hace pensar que “no era tan grave la aceleración de abril ni es tan positiva la desaceleración de junio”. La consultora Ecolatina, por su parte, prevé que el alza del IPC volverá a superar el 7% mensual a partir de julio y cerrará el año con un mínimo de 130%. La cifra de inflación de junio es la última que se conoce antes de las elecciones primarias simultáneas y obligatorias (Paso) del próximo 13 de agosto. En ellas se definirán los candidatos a presidente, pero serán también una encuesta nacional de cara a las generales del 22 de octubre. Por el peronismo, se da por descontado que el candidato será Massa. Enfrente tendrá a Bullrich o Larreta por JxC y al economista ultraliberal Javier Milei. Con esos candidatos en liza, la economía es el gran caballo de batalla electoral. Cualquier cimbronazo económico será usado por la oposición contra el máximo responsable de la política económica del país; el oficialismo intentará sacar rédito de cualquier mejora. La tensión irá en alza en las próximas semanas, pero el próximo dato de IPC, que se presume peor, se conocerá justo después de las primarias.

El combate contra la inflación monopoliza la campaña electoral en Argentina Leer más »

La economía venezolana busca espacios para crecer entre el ‘efecto Chevron’ y el techo de la crisis política

El País .– La ampliación de licencias de multinacionales devuelve vitaminas al fisco venezolano, pero persisten graves cuellos de botella ante el colapso del crédito y las sanciones   Los venezolanos vieron el pasado mes de junio cómo los precios aumentaban un 8,5%, según el cálculo del Observatorio Venezolano de Finanzas. La inflación acumulada en el país, hasta la mitad del año, es, de acuerdo con el mismo organismo, del 100,75%. Y hay cierto consenso entre los analistas económicos en que pueda alcanzar un 200% a fines de año. El promedio de tres dígitos, si bien tiene proporciones aterradoras, es muy inferior al que sufrió el país en su historia reciente, por ejemplo en 2018, el momento cumbre de la hiperinflación y del éxodo masivo de ciudadanos.   Luego del histórico derrumbe de la economía registrado entre 2014 y 2020, que se llevó consigo el 80% de su Producto Interno Bruto como consecuencia de una caída drástica de la producción petrolera, Venezuela busca desesperadamente espacios para expandirse. Y esa expectativa, de momento, parece condenada a tener un techo: su propia crisis política.   La economía venezolana crece, apuntalada en una mejora de su PIB petrolero, pero a un ritmo claramente insuficiente. A finales del año pasado se registró una depreciación cambiaria que casi congela de nuevo la actividad productiva, agravada por nuevos hechos de corrupción en el Gobierno. El país necesita tener varios años con tasas de crecimiento de dos dígitos para poder recobrar su vieja fisonomía.   Hoy, el inventario acumulado ha hecho posible que muchas cadenas comerciales –Farmatodo, Central Madeirense, Excelsior Gamma, Beco– enfrenten las adversidades haciendo ofertas, tocados por la necesidad de mover su mercancía. Las importaciones, tradicionalmente muy altas, han tenido un descenso. La contracción del consumo ha puesto contra la pared a muchos usuarios, que deben escoger cuál necesidad atender, y que por eso con frecuencia abandonan la lealtad a las marcas. Los productos nacionales, menos abundantes, son también más caros.   El salario mínimo mensual equivale a apenas 5 dólares. Las escalas salariales del sector privado son mucho más razonables, y a menudo complementadas con bonos en dólares, pero se quedan cortas. Nicolás Maduro ha decretado aumentos de bonos complementarios que entrega el Gobierno, junto a bolsas de comida. Son muchas las personas que tienen dos y tres trabajos, cada uno de ellos muy mal pagado. Comienza a ser frecuente encontrar gente que vive del dinero enviado por sus parientes en el exterior.   En los agentes económicos hay alguna expectativa ante el impacto del llamado “efecto Chevron”, ahora que esta multinacional ha obtenido licencia para ampliar sus operaciones en el país y ha aliviado las arcas venezolanas. La alicaída producción de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) parece recobrar algún vigor con las gestiones de Pedro Tellechea. Las compañías mixtas Sinovensa y Petromonagas han recuperado terreno. Es claro el interés de otras operadoras internacionales de crudo por obtener licencias de producción en el marco de las sanciones internacionales. El país se acerca a los 800.000 barriles diarios de producción, lejos de sus tradicionales 3 millones de barriles del pasado. Las licencias a Eni y Repsol a la producción de gas nacional tendrán un impacto positivo en el fisco. El Gobierno de Maduro ha mejorado su recaudación en impuestos y aplica una dura voracidad fiscal a algunas actividades económicas.   “Al entrar 2023, vino un frenazo en las ventas y eso tumbó las ilusiones de mucha gente. Veníamos de un excelente año. Se han venido recuperando, pero por debajo de lo esperado, y mucho menos que en tiempos anteriores”, afirma Rafael Montaña, empresario dedicado a la comercialización de alimentos, especialmente café a nivel nacional. “El empresario de este momento lucha es por mantenerse en el marcado, así sea en las mismas condiciones”.   El mercado de la que fue la cuarta economía latinoamericana se ha reducido dramáticamente desde 2014. César Petit, economista exjefe del Departamento de Análisis Económico del Banco Central de Venezuela, hoy analista financiero de la firma BancTrust and Co, afirma que, en un nuevo contexto de incertidumbre política, muchos planes de inversión privada pueden postergarse.   Tamara Herrera, economista y directora de la firma Síntesis Financiera, opina que la puesta en vigor del Impuesto a las Transacciones Financieras, a finales del de 2022, tuvo un grave efecto en el desempeño económico. “El mayor de los problemas del país es que necesitamos incentivos para invertir, y financiamiento interno y externo. Nada de eso existe”, afirma. “Sin crédito bancario no hay producción ni consumo. Las necesidades de fondo de la economía requieren cambios profundos”.   En medio del filtro informativo promovido por el Banco Central de Venezuela y las autoridades del país, los actores económicos trabajan para crear sus propios monitores de análisis e incorporar técnicos que les permitan elaborar una data confiable en torno a donde están parados.   “Este equipo de asesores ecuatorianos que asiste al gobierno mantiene desde 2018 los mismos cuatro elementos de política económica, alternando la intensidad de uno y otro”, afirma Herrera. “El enfoque es restringir la cantidad de bolívares en la circulación para que la gente no compre dólares y bajar la presión del tipo de cambio. La hiperinflación pasó, pero esta política tiene efectos recesivos, y las tasas inflacionarias siguen muy altas”.   Las diferencias entre el nivel de vida de Caracas y el interior del país son muy notorias. En la capital se sienten mucho menos los problemas con los servicios públicos. “Para llegar a lo que antes vendía en una semana, debo trabajar un mes”, afirma Euclides Do Nascimiento, hijo de emigrantes portugueses que administra una bodega en Boleíta, zona industrial al este de Caracas. “Viene mucha gente al negocio a pedir comida, ayuda. No puedo complacer a todo el mundo, les tengo que decir que se vayan.”   “No parece muy probable que venga una nueva flexibilización de las sanciones internacionales”, observa Petit. “Si María Corina Machado sigue subiendo en las encuestas y Maduro se ve perdido en unas elecciones, pueden venir una radicalización que cree una crisis y afecte

La economía venezolana busca espacios para crecer entre el ‘efecto Chevron’ y el techo de la crisis política Leer más »

Ecuador, uno de los países donde las personas pobres gastan más en alimentos

Primicias .- El alza de los precios de los alimentos ha duplicado a la inflación general en Ecuador y otros países de Latinoamérica, lo que repercute en la población más pobre. “El costo de la vida sube otra vez” no es solo el título de una canción interpretada por el cantautor y músico dominicano Juan Luis Guerra, sino también la realidad que viven los latinoamericanos, debido la inflación que se mantiene elevada en los últimos años. Lo dice un reciente estudio del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). El alza de los precios en la región no impacta a todos por igual. Los más vulnerables son las personas en condición de pobreza de México, Bolivia y Ecuador, sostiene el informe. Eso se debe a que en los tres países las personas más pobres designan una gran parte de sus ingresos, entre 40% y 50%, a la compra de alimentos, que es la categoría con el mayor incremento de precios. A Flourish chart Dejar de comprar En Ecuador, las personas que viven en condición de pobreza, con USD 88,72 al mes, gastan el 41,3% de ese dinero o lo que equivale a USD 36,64 en comida. Eso es tres veces más el porcentaje de recursos que una persona rica designa a la misma categoría de compra, que es el 13,8%. Uno de los hogares que vive esa realidad es el de Jessica, de 30 años, que percibe USD 280 al mes por su trabajo a medio tiempo, en tareas domésticas. Su esposo está desempleado. Del ingreso total, USD 120 se ocupan en comida de la pareja y de sus dos hijos. Pero el gasto de alimentos de esa familia se ha complicado debido a la mayor inflación, llevándola a consumir menos frutas, verduras, carne y pescado. Lo mismo ocurre con otros hogares, lo que ha aumentado la inseguridad alimentaria en el país, afirma la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). El alza del precio de la comida en Ecuador fue de 5,20% en abril de 2023, mientras que la general de 2,44%, sostiene el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). A Flourish chart La inflación de los alimentos en la región ha duplicado frente al indicador de inflación general en los últimos meses. “Las altas tasas de inflación reducen el poder adquisitivo de los hogares, particularmente en los quintiles de ingresos más bajos, donde una parte significativa del presupuesto se destina a alimentos”, sostiene el PNUD. Efecto de la guerra ¿Por qué el precio de los alimentos sube más que el resto de los productos? Son muchos los factores que lo explican. Uno de ellos es la invasión de Rusia a Ucrania, hace más de un año, que derivó en una crisis alimentaria global. La guerra entre dos principales productores y exportadores del sector agrícola disminuyó la oferta de alimentos, como los cereales, disparando sus precios a niveles históricos. A eso se suma el hecho de que Rusia es uno de los principales exportadores de agroquímicos, que se han encarecido. En ese contexto, los agricultores han disminuido el uso de fertilizantes, llevando a una caída de la productividad de los cultivos, como el de maíz. Y eso ha derivado en aumento de precios de industrias que necesitan esos alimentos, como la de proteína animal. Fenómeno de El Niño Los desastres naturales, como las sequías o las intensas lluvias, también han influido en una mayor presión inflacionaria en la región. La oferta disminuye ante la pérdida de cultivos o a la dificultad de trasladarlos por daños en las carreteras. Durante la época lluviosa de 2023, Ecuador ya ha registrado pérdidas de cultivos de arroz, cacao, banano, ganado y vías que conectan la región Costa con la Sierra, necesarias para el intercambio de productos. Y ahora está presente el riesgo del fenómeno de El Niño, que “influye en el precio de alimentos”, dice Esteban Tamayo, economista de Latinoamérica en Citi Research, unidad de investigación de la multinacional de servicios financieros Citi. Aunque, su impacto dependerá de la magnitud del fenómeno. El Comité Nacional de Ecuador para el Estudio Regional del Fenómeno El Niño (Erfen) ya ha advertido sobre un aumento anómalo de la temperatura en el océano Pacífico ecuatorial. Los expertos consideran que a partir de junio de 2023 habrá hasta el 67% de probabilidades de que El Niño finalmente arribe a las costas del Pacífico, incluyendo las ecuatorianas. Ecuador ya vivió un fenómeno de El Niño devastador en 1982 y en 1997. En los años 80, ocasionó daños por USD 650 millones para el sector productivo.

Ecuador, uno de los países donde las personas pobres gastan más en alimentos Leer más »

Inflación bajará y crecimiento de Ecuador será el mejor de Latinoamérica

El Comercio .- Los analistas económicos nacionales e internacionales coinciden en que las tasas de inflación mundial descenderán hasta fines del 2023. La mayoría de exponentes tuvo esa percepción durante el Primer Congreso de Economía y Banca, que se desarrolló este 4 de mayo del 2023 en Quito. El encuentro fue organizado por la Asociación de Bancos Privados de Ecuador (Asobanca). Para Felipe Larraín, exministro de Hacienda de Chile, dice que hay indicadores positivos, porque la situación se ve mejor, pero los países tienen muchos desafíos. Se tiene una inflación elevada en Estados Unidos, Europa y el Reino Unido, pero también se ve un descenso en estos primeros meses. Eso se debe a la reducción de los precios de los alimentos y el petróleo. Aunque habla que no sucede lo mismo con los bienes y servicios que están por fuera de esos segmentos. Se ve que los precios del maíz y trigo regresan a los niveles de normalidad, es decir, a antes de la invasión de Rusia contra Ucrania. Él cree que las tasas de interés bajarán gradualmente en el segundo semestre del 2023 o en los inicios del 2024. Su análisis sostiene que las tasas de interés llegaron a un nivel tope, por lo que cree que la Reserva Federal de Estados Unidos o el Banco Nacional Europeo no subirán más. Ambas entidades subieron las tasas el miércoles 3 y jueves 4 de mayo del 2023, para detener la crisis inflacionaria. Esas medidas, sin embargo, tienen un efecto sobre Latinoamérica, como un alto costo y escasez del crédito en los bancos para las empresas y las pymes. Los niveles de crecimiento económico El crecimiento mundial para este año será inferior al del 2022, aunque las proyecciones ven una mejora para este 2023. China es vista como el motor de crecimiento mundial, debido a su reactivación, aunque el sector manufacturero no mejora. Hubo una desaceleración de ventas en abril y la inflación contenida pasó de 3% en el 2022 a 5% en el 2023. Larraín sostiene que este primer trimestre del 2023 creció menos de lo esperado, por una desacumulación de los inventarios. La inflación en marzo también bajó y se ubicó debajo de lo esperado. Con la pandemia se evidenció un exceso de ahorros de USD 2,5 trillones en el 2021 a escala mundial. El año pasado fue de USD 1 trillón. Las previsiones económicas para Latinoamérica Latinoamérica tendrá un año de poco crecimiento. Las perspectivas es que las tasa descenderán en la mayor parte de los países de la región. Sin embargo, Ecuador será la excepción, porque se prevé un crecimiento de entre el 2,5% y 2,9%, por encima de la esperada para Latinoamérica. Esas son las proyecciones del Banco Central del Ecuador y del Fondo Monetario Internacional. Además, su tasa de inflación es una de las más bajas de la región en marzo: 2,4%. Él destaca las fuertes exportaciones e importaciones de Ecuador, y la presencia de China en el comercio exterior como un factor importante. El país asiático se convirtió hasta febrero en el primer importador de Ecuador; Estados Unidos bajó al segundo lugar, aunque a este país se exporta una mayor cantidad y diversidad de productos, materias primas y con valor agregado. Los desafíos para el país son el Riesgo País, que está en 1 900 puntos, debido a la inestabilidad política; y la inseguridad. Otro elemento es la tasa de interés, cuyos techos son una limitante para la bancarización de los ecuatorianos. Solo 2 de cada 10 ecuatorianos tiene acceso a créditos, dice Asobanca. Los desafíos y oportunidades El exministro chileno avizora un posible repunte de las materias primas, un auge energético, sobre todo de energías renovables; y un mayor crecimiento de China. Los desafíos o riesgos son varios. Aumento de las tasas de interés de las economías desarrolladas, mayor inflación, nuevos episodios de inestabilidad económica en Estados Unidos. Otros riesgos son una mayor tensión geopolítica entre Estados Unidos y China y un posible recrudecimiento de la guerra de Rusia contra Ucrania.

Inflación bajará y crecimiento de Ecuador será el mejor de Latinoamérica Leer más »

El Banco Central de Estados Unidos subió la tasa de interés a su mayor nivel en 16 años

Infobae .- En medio de la turbulencia en el sector bancario y la pugna política por el tope de la deuda estadounidense, la Reserva Federal aumentó el índice de referencia a entre 5% y 5,25 por ciento. Sin embargo, tras 14 meses de alzas, la Fed adelantó que podría ser el último incremento La Reserva Federal de Estados Unidos afianzó su lucha contra la inflación el miércoles al aumentar la tasa de interés referencial en un cuarto punto, a entre 5% y 5,25%, su mayor nivel en 16 años. Pero al mismo tiempo, señaló que ahora podría hacer una pausa en su campaña de ajuste más agresiva desde la década de 1980, que ha restringido el crédito para negocios y consumidores. En una declaración después de su reunión, el banco central estadounidense dijo que si bien el sistema bancario está “sano y resiliente”, la turbulencia en el sector podría inhibir los préstamos, el gasto y el crecimiento. Reiteró que el impacto de una reducción de los créditos bancarios “sigue siendo incierto”. “El comité seguirá de cerca la información entrante y evaluará las implicaciones para la política monetaria”, dijo el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) en un comunicado. Omitió una línea de su comunicado anterior de marzo que decía que el comité “anticipa que podría ser apropiado un endurecimiento adicional de la política”. “Es probable que las condiciones crediticias más estrictas para los hogares y las empresas pesen sobre la actividad económica, la contratación y la inflación”, dijo el comunicado del FOMC. “El alcance de estos efectos sigue siendo incierto. El comité permanece muy atento a los riesgos de inflación”. El presidente de la Fed Jerome Powell (REUTERS/Leah Millis) Sinn embargo, en una conferencia de prensa posterior, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, negó que las subidas de intereses vayan a pausarse por los sucesos acontecidos en las últimas semanas en el sistema bancario del país. “La decisión de una pausa no ha sido tomada hoy”, apuntó Powell en una rueda de prensa posterior a conocerse una nueva subida de los intereses, de un cuarto de punto. La decisión de la Fed se da en un contexto sensible. Por un lado, la turbulencia en el sector bancario y la pugna política por el tope de la deuda estadounidense podrían debilitar la economía si los bancos restringen el crédito y los mercados financieros se derrumban ante la posibilidad de que la nación caiga en default. Por estas razones, algunos inversores creen que no sería aconsejable no seguir aumentando las tasas, al menos por ahora. Pero por otro lado la inflación, aunque está cediendo, sigue por encima de la meta del 2% anual, por lo cual el banco central estadounidense podría verse obligado a seguir incrementando las tasas para inhibir más el crédito y los aumentos de precios. Ello podría acrecentar la posibilidad de una recesión. El debate podría provocar divisiones entre los funcionarios de la institución, que el miércoles probablemente aumentarán la tasa referencial a 5,1%, su mayor nivel en 16 años. La gran duda es si la Fed también dará indicios de que está dispuesta a hacer una pausa —a menos que haya un repunte de la inflación— y mantendrá sin cambios la tasa para el resto de 2023 mientras evalúa su progreso en la lucha antiinflacionaria. “Obviamente hay cierta división (entre los funcionarios de la Fed), lo cual es razonable, dado que no sabemos cuál es la situación y hay estas circunstancias en dirección contraria”, estimó Diane Swonk, economista de KMPG. Austan Goolsbee, presidente del Banco Federal de Chicago, citó el mes pasado la turbulencia en el sector bancario y la posibilidad de que muchos bancos limiten el crédito para negocios y consumidores, como una posible razón para que el banco central desista esta semana de aplicar otro aumento de las tasas.

El Banco Central de Estados Unidos subió la tasa de interés a su mayor nivel en 16 años Leer más »

El peso argentino se desploma en los mercados cambiarios paralelos

EL PAÍS .- Las empresas que quieren acceder a dólares deben pagar entre 411 y 423 pesos por cada moneda estadounidense, un nuevo récord   El Gobierno argentino sostiene como puede la cotización oficial del peso argentino, pero su valor en los mercados paralelos, no regulados, se desploma. A finales de la semana pasada se rompió la barrera de 400 pesos por un dólar y este martes se aceleró el ritmo de caída para equipararse a la inflación, del 104,3% interanual. Los argentinos que quieren ahorrar en dólares recurren a casas de cambio extraoficiales, donde pagaron 418 pesos por cada moneda estadounidense, 18 pesos más que el viernes pasado. Las empresas cuentan a su disposición instrumentos financieros como el “dólar MEP” o el “contado con liqui”. En el primer caso, por cada dólar tuvieron que depositar 411 pesos; en el segundo, 423 pesos.   La depreciaciónn ha dejado casi sin valor los billetes que circulan de mano en mano en Argentina. El de mayor denominación, de mil pesos, equivale a cuatro dólares en el mercado oficial y a poco más de dos en el extraoficial. Para las empresas, cuadrar los presupuestos y planificar a medio y largo plazo se vuelve un rompecabezas imposible y desalienta inversiones productivas.   Con el nuevo salto, la brecha entre las cotizaciones ha vuelto a aumentar. En el mercado controlado por el Gobierno, el paso hacia adelante ha sido minúsculo: de 222,5 a 223 pesos por dólar. En el “blue” (al que recurren los argentinos de a pie) y en los financieros la depreciación del peso ha sido casi del 5% en el mismo lapso.   La caída del peso es la contracara de la inflación desbocada que registra Argentina, mientras crece la desconfianza en que el Gobierno de Alberto Fernández pueda frenarla en la recta final de su mandato. Según las últimas cifras oficiales, los precios aumentaron un 7,7% entre febrero y marzo, el peor dato intermensual desde la crisis del corralito de 2001-2002.   La escalada de precios es tan rápida que ha dejado atrás incluso el ritmo de devaluación controlada que realiza el Gobierno, por lo que la mayoría de economistas daban por descontada una corrección el tipo de cambio paralelo esta semana. “La inflación de marzo por arriba de lo esperado, más emisión monetaria por el déficit, más dólar agro, más atraso cambiario, todo apunta a un dólar con alas hacia arriba en abril”, anticipó el analista Damián di Pace nada más conocerse el IPC de marzo. “Cada vez que salió un dato de inflación alto, el blue reaccionó acomodándose”, coincide la economista Elisabet Bacigalupo, de la consultora Abeceb. “Por ahora no estamos en una crisis cambiaria. No digo que no vaya a suceder”, tuiteó el periodista y economista Pablo Wende.   Bacigalupo considera que el ministro de Economía, Sergio Massa, diseñó un plan económico destinado a “aguantar hasta las elecciones” presidenciales de octubre y evitar que salte todo por los aires antes. Los numerosos controles cambiarios y las devaluaciones encubiertas por sectores —como el ‘dólar agro’ o el ‘dólar tech’— forman parte de una amplia batería de medidas que han chocado con un obstáculo inesperado: la peor sequía de los últimos 60 años.   El campo argentino, la principal fuente de ingreso de divisas, estima que la mala cosecha de esta campaña supondrá pérdidas de hasta 20.000 millones de dólares. Es un duro golpe para los productores pero también para el Estado, que aplica importantes impuestos a las exportaciones agroindustriales. La disminución de ingresos deteriora aún más las cuentas fiscales e impide la acumulación de reservas y la reducción del déficit pactadas con el Fondo Monetario Internacional a cambio de la reestructuración de una deuda de 44.000 millones de dólares. El freno del campo se reflejará también en el Producto Interior Bruto: después de dos años de crecimiento, este 2023 las previsiones son de una contracción.   Ante ese escenario adverso y a la espera de que el Banco Central decida un nuevo aumento de tasas de interés, los argentinos se vuelcan al dólar. Recurren a la moneda estadounidense para ahorrar pero también como termómetro de la salud de la economía. Ver el dólar por arriba de los 400 pesos despierta en algunos el fantasma de la hiperinflación.   La cesta de la compra, que se ha encarecido casi un 30% en el primer trimestre, es otra mala señal: a principios de año, con mil pesos se podía comprar un kilo de carne. Hoy a duras penas alcanza para dos docenas de huevos o un kilo de tomates.   El deterioro económico agrava la incertidumbre electoral y polariza aún más al país a cuatro meses de las elecciones primarias y a seis de las presidenciales. A través de las redes sociales, detractores del Gobierno peronista exigen la renuncia de Massa mientras que sus defensores advierten que en caso de ganar la oposición la pobreza aumentará y la situación empeorará aún más. La campaña electoral girará alrededor de cómo estabilizar la economía  

El peso argentino se desploma en los mercados cambiarios paralelos Leer más »

El FMI estimó que América Latina crecerá ligeramente en 2023, pero enfrentará una alta inflación

INFOBAE.- El organismo indicó en su nuevo reporte que la región economía avanzará un 1,6% este año, dos décimas por debajo de lo calculado anteriormente. Los aumentos de precios continuarán elevados especialmente en Argentina y Venezuela.   Las economías de Latinoamérica y el Caribe crecerán ligeramente este año pero seguirán enfrentándose a una alta inflación, según el nuevo informe de perspectivas económicas globales del Fondo Monetario Internacional (FMI), publicado este martes. El informe estima que la región crecerá un 1,6 % en 2023, dos décimas por debajo de lo calculado anteriormente, y muy lejos del crecimiento del 4 % que registró en 2022. Y es que muchos países latinoamericanos son exportadores de materias primas, algo que jugó a su favor el año pasado, gracias al aumento de precios de los alimentos o el combustible que trajo la invasión rusa de Ucrania, pero que lastrará su crecimiento este año. “2022 fue el año en el que empezaron a subir los precios de las materias primas, y luego empezaron a bajar, y se espera que en 2023 bajen todavía más”, explicó a los periodistas el director de investigación del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas. El incremento del valor de las materias jugó a favor de la región el año pasado, gracias al aumento de precios de los alimentos o el combustible que trajo la invasión rusa de Ucrania, pero que lastrará su crecimiento este año. (AFP) Esto, unido a las agresivas subidas de tipos de interés de muchos bancos centrales para poner coto a la inflación, le ha quitado “algo de impulso” a la región, al tiempo que los gobiernos comienzan a deshacer algunos de los programas de ayuda fiscal adoptados durante la pandemia. Con todo, Latinoamérica se ha mostrado “muy resiliente” a los desafíos de los últimos años, aseguró por su parte la subdirectora de investigación del Fondo, Petya Koeva-Brooks. En el caso del empleo “ya vemos niveles por encima de antes de la pandemia”, aseguró. Sin embargo, las presiones inflacionarias se mantendrán elevadas en muchos países, especialmente en Argentina, donde el organismo proyecta una inflación de más del 98 % para 2023, o en Venezuela, donde se prevé que alcanzará el 400 %. Un consumidor paga con devaluados pesos argentinos en un negocios de Buenos Aires, en medio de una Argentina que registra una inflación interanual por arriba del 100% como la más alta en casi 32 años. (REUTERS/Agustin Marcarian) Las previsiones para las principales economías Las principales economías de la región tendrán un crecimiento muy moderado a lo largo de 2023, en línea con las perspectivas económicas mundiales. Es el caso de México, que crecerá un 1,8 % en 2023, después de haber registrado un aumento de su producto interior bruto (PIB) del 3,1 % en 2022. La cifra se moderará aún más en 2024, hasta el 1,6 %, mientras que la inflación pasará de un 6,3 % este año a un 3,9 % el que viene. Chile, por su parte, es el único de los países latinoamericanos que entrará en recesión, según las cifras del FMI, que proyecta una pérdida de un punto porcentual del PIB este año. El país se recuperará en 2024 y crecerá un 1,9 %, según las proyecciones. Para entonces, la inflación se situará en el 4 %, después de haberse reducido al 7,9 % este año. Cátodos de cobre en una mina cerca de Antofagasta, Chile. El país entrará en recesión este año, según el FMI (REUTERS/Ivan Alvarado) Colombia experimentará un crecimiento muy moderado del 1 % en 2023 y del 1,9 % en 2024. La inflación crecerá este año, hasta el 10,9 %, pero se moderará hasta el 5,2 % el año que viene. Por último, Brasil, uno de los primeros países que comenzó a subir los tipos de interés para poner coto a la espiral inflacionaria, verá su PIB crecer apenas un 0,9 % este año, mientras que la inflación se reducirá hasta el 5 %. Para 2024, el país crecerá un 1,5 % y mantendrá la inflación en el 4,8 %, según las proyecciones del organismo. Centroamérica y Caribe Algo más de impulso cogerán los países de Centroamérica, donde el FMI prevé un crecimiento del 3,8 % tanto en 2023 como en 2024, mientras la inflación se reduce progresivamente hasta el 5,5 % este año, y hasta el 4 % el año próximo. La región que más crecerá será el Caribe, cuyo PIB subirá un 9,9 % este año, aunque con una inflación del 13,5 %, y volverá con fuerza en 2024, donde registrará un 14,1 % de aumento, ya con la inflación más moderada en torno al 6,8 %.

El FMI estimó que América Latina crecerá ligeramente en 2023, pero enfrentará una alta inflación Leer más »

Scroll al inicio