La crisis eléctrica que vive el país no ha afectado directamente a la actividad petrolera, pero sí representa un aumento en los costos.
Así lo explicó el experto Hernán Poveda, en diálogo con “Punto de Orden”.
Poveda precisó que, debido a los racionamientos, las instalaciones petroleras, tanto de extracción como de refinamiento, tienen que utilizar parte del día sus propios equipos de generación. Eso significa un egreso adicional en combustible y, por ende, un aumento en el costo final de producción.
A su criterio, es urgente que el gobierno aumente la importación de diésel y búnker, también llamado fuel oil, para cubrir el incremento en la demanda nacional, producto del uso de los equipos termoeléctricos, tanto del sector petrolero como de la industria en general.
Más aún, agregó Poveda, si se concreta la llegada de barcazas de generación, que consumirán una cuantiosa cantidad de combustible.
Según sus cálculos, cada mes llegan al país 20 buques cargados de derivados. Una cifra que se quedaría corta, si los apagones se extienden y debemos mantener nuestra dependencia de la energía termoeléctrica, el consumo aumentará.
¿Qué hacer para paliar la crisis energética? Aunque su experticia apunta más al crudo, destacó como opción el bombardeo de nubes con yoduro de plata y otras sales, a fin de promover lluvias en las zonas donde están los embalses, que alimentan las centrales hidroeléctricas.
Esta práctica se realizó durante el gobierno de Rodrigo Borja, con muy buenos resultados, acotó.
Problemas estructurales
Poveda advirtió que gran parte de los problemas eléctricos, se deben a la falta de planificación. Cada vez que surge algún proyecto, la respuesta es la misma: “no hay plata”.
De ahí la necesidad de transformar las empresas de generación del país, combinarlas con capitales privados y permitir que se autofinancien. De ese modo tendrán la capacidad de crear las centrales que hagan falta.