El alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez, encontró graves irregularidades financieras en el Municipio, cuando asumió el cargo. A nivel general, señaló un manejo económico desprolijo en finanzas, poca planificación, y obras y servicios suspendidos o con retrasos. Como ejemplo citó la Empresa de Turismo, donde el 79% de los 341 procesos, subidos durante la administración anterior, fueron adjudicados por selección directa. Ello involucra casi 13 millones de dólares. Esta empresa en particular tenía asignado un presupuesto de 4,8 millones de dólares, pero en caja solo había 480.000, más cuentas por cobrar por una cartera vencida de tasas, por más de 1,5 millones. Por su parte, anotó el alcalde, la Empresa Municipal de Agua y Alcantarillado de Guayaquil (EMAPAG), tenía una deuda de aproximadamente 9,5 millones de dólares, por 179 expedientes pendientes de pago. Además, se encontraron 8 proyectos con claros retrasos, incluyendo el de la planta “Las Esclusas”, con una inversión de 98 millones. Otras plantas, como “Mi Lote” y “Los Merinos”, también tienen retrasos por inconsistencias. En Autoridad Aeroportuaria, en cambio, se heredaron 11 obras contratadas por 25 millones, algunas de ellas con problemas de diseño y conceptualización. Álvarez puntualizó haber encontrado obras tan mal planificadas, que ni siquiera se coordinaron con las direcciones pertinentes, lo cual derivó que se desarrollen proyectos sobre terrenos, donde no se había concluido el proceso de expropiación. Negligencia En el caso del Registro de la Propiedad, permaneció cerrado 3. Solo atendía de manera online. “¿Qué pasaba con las personas que no tenían acceso a un computador? Se quedaban sin hacer los trámites”, manifestó el dignatario. Al citar el trabajo de la Agencia de Tránsito Municipal (ATM), dijo que recibió una Troncal 4 de la Metrovía inoperativa. Además, pagaba 64.000 dólares mensuales de alquiler, por las instalaciones que arrendaba en Los Ceibos. El manejo indolente causó otros estragos. Por ejemplo, la Administradora Municipal de Fondos y Fideicomisos, perdió 3.000 clientes por mala gestión. Mientras, a la Fundación Terminal Terrestre se le cayó tres veces la contratación, para la construcción de la terminal prevista en la Vía Perimetral. Otra irregularidad, acotó, fue que por la falta de control se generó una evasión de tasas, que significó un perjuicio de 3 millones de dólares al año. Asimismo, en el centro comercial, la adjudicación de islas comerciales no contaba con un proceso de contratación, lo cual genera dudas sobre cómo fueron asignadas. En la Fundación Malecón 2000 se identificó un déficit económico por 809.000 dólares. Álvarez advirtió que se entregaron anticipos a contratistas por trabajos que no se realizaron. Todo esto se está solucionando, y de ese modo reactiva la obra pública municipal, que en muchos casos estaba detenida por falta de pago. El alcalde Aquiles Alvarez destaca que, durante los primeros 100 días de gestión, se ha reactivado la obra pública. Tenemos más de 50 frentes de bacheo en toda la ciudad. Hemos intervenido 180 km. de vías. ¡Seguimos transformando Guayaquil! #AlcaldíaCiudadanaGye pic.twitter.com/FSwlg0sCzZ — Muy Ilustre Municipalidad de Guayaquil (@alcaldiagye) August 31, 2023 Al detallar las irregularidades, citó también que en la Empresa Pública de Vivienda se sobrevendieron tres proyectos habitacionales, que se publicitaron como la solución a las invasiones. Ofrecieron vender 10.000 terrenos, cuando solo tenían 8.000. Como no había el stock suficiente, desde el 14 de mayo hasta la fecha nos tocó devolver 518.000 dólares a clientes que habían pagado la entrada, y no les cumplieron lo ofrecido, que era darles un lote con servicios”, acotó al alcalde. Mientras, en Fundación Siglo XXI no se renovaron a tiempo los contratos por mantenimiento de 4 parques acuáticos. También se hallaron 7 obras que debían culminar el año 2022, y que todavía siguen pendientes. Paralelamente, la Empresa Pública de Acción Social y Educación contaba con un presupuesto de 49 millones de dólares, pero en caja solo existían 2,7 millones. Entre otras irregularidades se destaca que cinco guarderías estaban cerradas desde el 2020, y la venta ilícita de «tablets», que debían entregarse a estudiantes. Por último, el Centro Técnico Municipal, ubicado en la Avenida Rodrigo Bonín, se había convertido en un cementerio de vehículos. El Alcalde dijo que, de 700 unidades del parque automotor municipal, el 35% estaba inoperativo por falta de mantenimiento. Aquiles Álvarez anunció que a partir de ahora nunca más se referirá al pasado, pero este desglose era necesario para que los guayaquileños conozcan la verdad.