El 36% de los niños en Ecuador vive en hogares pobres.
Así lo reveló un estudio desarrollado por 25 organizaciones no gubernamentales (ONG) relacionadas con la infancia, y presentado en Quito.
El informe muestra que la pobreza tiene consecuencias devastadoras en la infancia ecuatoriana, incluyendo desnutrición, falta de acceso a la educación, deficientes cuidados de salud y una serie de limitaciones en sus proyectos de vida a futuro.
La situación es aún más grave en zonas rurales, donde la pobreza afecta a cerca del 43 % de los niños. En el caso de la población infantil indígena, la cifra es alarmante: un 61 % vive en pobreza extrema.
Además, el estudio destaca que los niños y adolescentes en situación de pobreza son más vulnerables a la presión de la delincuencia y el crimen organizado. Las ONG expresaron su preocupación por el incremento de la participación de menores en actividades delictivas, y el aumento de asesinatos de niños en las calles.
Según las organizaciones, la situación de “conflicto armado interno” aumenta estos problemas, poniendo en riesgo la vida y el futuro de miles de niños ecuatorianos.
De ahí su llamado urgente a las autoridades, para implementar políticas efectivas que aborden la pobreza infantil y protejan a esta población vulnerable, garantizando su acceso a derechos básicos como la educación y la salud.