Primicias .- Varios países han ofrecido cooperación al presidente Daniel Noboa para enfrentar el conflicto interno armado, entre ellos Estados Unidos. Mientras que Rusia «espera» que Ecuador resuelva la crisis de inseguridad de manera independiente.
El conflicto armado interno que tiene en jaque desde hace cinco días a Ecuador toma relevancia internacional: Estados Unidos anuncia el envío de altos mandos militares, las fronteras con países vecinos se tensan y Rusia advierte frente a un posible impasse.
Más de una veintena de bandas criminales, integradas por unos 20.000 miembros (según los cálculos del Gobierno), siembran terror en el país en represalia por las políticas de ‘mano dura’ del presidente Daniel Noboa.
Los motines en las cárceles no ceden, 170 guías penitenciarios permanecen como rehenes y en las calles, cada tanto, hay alertas de artefactos explosivos, arden vehículos y suenan disparos.
La ola de violencia interna ha provocado la solidaridad de la comunidad internacional y el presidente Noboa no ha dudado en enumerar las necesidades del Gobierno. Pero la situación también empieza a generar roces con ciertos países.
Necesitamos apoyo militar en fuerza de personas, de soldados. Así mismo, como asistencia en inteligencia, artillería y equipamiento.
Daniel Noboa
Brasil, Colombia, Chile, Venezuela, República Dominicana, España, la Unión Europea, la ONU, entre otros, rechazaron la arremetida narco. Francia y Rusia advirtieron a sus ciudadanos que no viajen a Ecuador.
Y los vecinos Perú y Colombia, los mayores productores de cocaína del mundo, tomaron medidas para restringir el paso en sus fronteras.
Los principales ofrecimientos
Estados Unidos anunció que enviará a la jefa del Comando Sur, Laura Richardson, y a altos cargos antinarcóticos y diplomáticos, para cooperar con intercambio de inteligencia, combate a los delitos cibernéticos, asistencia para implementar reformas penitenciarias y para las investigaciones fiscales.
Por su parte, el gobierno de Argentina dijo que apoya al presidente Noboa en su «lucha contra el accionar de la delincuencia organizada». Y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, ofreció el envío de «fuerzas de seguridad si hace falta para ayudar a Ecuador».
Mientras que la Policía Federal brasileña se puso a disposición del Ecuador para ayudar a mitigar la ola de violencia, según el director general de la institución, Andrei Rodrigues.
El funcionario también ofreció el apoyo de la Comunidad de Policías de América (Ameripol), en calidad de secretario ejecutivo del organismo, y de la representación brasileña en la Interpol.
Y el presidente Noboa dijo que ha aceptado el apoyo de Argentina y de los Estados Unidos, porque «no es momento de por ego o vanidad, decir que no».
Estados Unidos y Rusia
El 10 de enero, el presidente Noboa anunció que aceptará la ayuda de Estados Unidos, especialmente con «el intercambio de chatarra ucraniana y rusa por USD 200 millones en equipamiento moderno».
El Ejecutivo espera tener lista esa transacción a finales de mes.
Pero, el 10 de enero, el mismo Kremlin, desde Moscú, fue claro en agregar que esperan que las autoridades ecuatorianas pongan fin a los disturbios «y que lo hagan de forma independiente, sin ninguna interferencia externa«.
Y, el 11 de enero, el embajador de Rusia en Quito, Vladímir Sprinchan, advirtió que ese posible intercambio de equipo de «sería un paso poco amistoso».
El diplomático aseguró que «los estadounidenses no necesitan ese equipo, más aún cuando se le llama chatarra» y que solo «lo necesitan los que saben manejarlo».
Las declaraciones del presidente Noboa y la alarma del gobierno ruso podrían enmarcarse en los esfuerzos que realiza Washington para apoyar a Ucrania, frente a la invasión rusa desde febrero de 2022.
En ese entonces, el gobierno de Guillermo Lasso condenó firmemente las acciones del Kremlin y respaldó al presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy. Y cuando Ecuador entró al Consejo de Seguridad de la ONU, como miembro no permanente, también pidió el fin de la invasión.
Y fue entonces, a inicios de 2023, que Estados Unidos intentó convencer a varios países de Latinoamérica de donar sus viejos equipos rusos a Ucrania, a cambio de armamento nuevo.
El Financial Times recordó, en febrero de ese año, que Colombia, Perú, México, Chile, Argentina, Brasil y Ecuador han comprado helicópteros de transporte o, en algunos casos, misiles tierra-aire o misiles antitanques rusos. Todos equipos compatibles con los utilizados por el ejército de Ucrania.
Los gobiernos de izquierda se negaron inmediatamente. Y el New York Times, en abril de 2023, reveló que documentos filtrados de la inteligencia estadounidense corroboraban los intentos de convencer a Ecuador de ser el primero en hacer la donación de helicópteros.
Sin embargo, en ese entonces, la Cancillería negó que se estuviesen llevando a cambo esas conversaciones y respondió que legalmente no es posible que Ecuador done equipamiento militar a otro país.
Un año más tarde, el gobierno de Daniel Noboa habla de envío de chatarra a Estados Unidos, a cambio de equipamiento nuevo. Aunque el Primer Mandatario no ha tenido una posición pública sobre el conflicto ruso-ucraniano, sí se reunió con Zelenskyy cuando coincidieron en Argentina.
¿Pueden ingresar militares de otros países a Ecuador?
El Primer Mandatario fue claro en decir que el Ecuador necesita apoyo «en soldados» y agregó que no es momento de decir que «vamos a proteger nuestra soberanía, que no vengan militares acá«, como ofreció Argentina.
Aunque en el discurso, el presidente Noboa abrió la posibilidad de recibir cooperación internacional con tropas de fuerzas armadas de otros países, no hay un marco legal detallado.
El artículo 5 de la Constitución establece que Ecuador es un territorio de paz y se limita a prohibir «el establecimiento de bases militares extranjeras ni de instalaciones extranjeras con propósitos militares».
Sin embargo, la Ley de Seguridad Pública dice que la Cancillería, previo acuerdo con el Ministerio de Defensa, «coordinará la cooperación, intercambio de información y operaciones militares combinadas con otros países».
Y la normativa no aclara si esas operaciones combinadas se limitan a una parte del territorio, como las fronteras compartidas o si puede tratarse de operaciones militares combinadas en Ecuador u otro país.
Lo único que exige es que se ejecuten «conforme a los instrumentos internacionales y la ley de la materia, en el marco del respeto a la soberanía nacional, a los derechos de las personas, comunidades, pueblos, nacionalidades y colectivos definidos en la Constitución y en la ley».
Incluso, el gobierno de Guillermo Lasso dejó adelantado el trámite de un acuerdo de cooperación militar específico con Estados Unidos, para ejecutar operaciones marítimas conjuntas. El documento aún no ha sido ratificado por la Corte Constitucional.