En total 49 asambleístas de diversas bancadas se abstuvieron de votar a favor del juicio político contra integrantes del Consejo de la Judicatura.
Que los asambleístas que se abstuvieron de votar a favor de la censura y la destitución de los tres vocales actuales del Consejo de la Judicatura (CJ) y la expresidenta del organismo María del Carmen Maldonado sigan manteniendo esa posición por el “bien de la institucionalidad” es lo que espera el presidente temporal de la Judicatura, Fausto Murillo, de llegar a darse una reconsideración de la votación del jueves último en la próxima sesión plenaria del Legislativo.
La tarde de ayer, la iniciativa de juicio político impulsada por los correístas de UNES y el Partido Social Cristiano (PSC) contra Murillo, Maldonado y los vocales Maribel Barreno y Juan José Morillo, ante un supuesto incumplimiento de funciones en la evaluación de jueces en 2019, no obtuvo los 92 votos necesarios para censurar y destituir a los involucrados.
En la votación solo obtuvieron 87 respaldos provenientes de UNES, el PSC, un sector de la Izquierda Democrática, Pachakutik y ciertos independientes. 49 legisladores se abstuvieron de apoyar la iniciativa.
“Fue sorprendente observar cómo en cuanto concluyó la votación se cerró la sesión inmediatamente, sin dar opción de presentar el pedido de reconsideración. Eso da cuenta de que no están conformes, ni se conformarán, ni agotarán sus fuerzas y continuarán en la búsqueda de desestabilizar a la administración de justicia”, apuntó Morillo, quien no ejerció directamente su derecho a la réplica dentro de la segunda jornada del juicio político, asegurando que su primera exposición abordó todos los temas que fueron objeto de la interpelación.
Desde la perspectiva de Murillo quedó claro que el objetivo que tenía el juicio político era tomarse la administración de justicia, que el pedido nació deslegitimado, sin sustento ni causal, por lo que confía en que los asambleístas que se abstuvieron mantengan esa misma posición. Apuntó que lo que han hecho los legisladores interpelantes fue incrementar las falacias e incluir temas que no fueron materia del llamamiento a juicio ni de los informes.