El ataque aéreo dirigido contra Fordow, Natanz e Isfahán eleva las tensiones globales y deja al mundo al borde de una nueva guerra en Medio Oriente.
Un ataque sorpresa desde el aire
La noche del 21 de junio de 2025, Estados Unidos ejecutó una operación militar contra tres instalaciones nucleares clave en Irán: Fordow, Natanz e Isfahán. El presidente Donald Trump confirmó la ofensiva en un mensaje a la nación, calificándola como “una acción decisiva para proteger la paz mundial y contener el programa atómico iraní”.
Aviones furtivos B-2 y misiles Tomahawk lanzados desde submarinos estadounidenses fueron los encargados de atacar los objetivos. Según fuentes del Pentágono, los blancos fueron cuidadosamente seleccionados para neutralizar las capacidades de enriquecimiento de uranio de Irán sin causar víctimas civiles.
Objetivos estratégicos
Las instalaciones bombardeadas son consideradas centros fundamentales del programa nuclear iraní. Fordow, ubicado en una montaña, alberga centrifugadoras subterráneas. Natanz es una de las plantas más grandes para el enriquecimiento de uranio. Isfahán, por su parte, procesa materiales nucleares y es clave en la conversión de uranio.
Aunque aún no hay cifras oficiales, medios estatales iraníes reconocieron explosiones en las tres zonas. El gobierno iraní calificó la operación como un “acto de guerra” y prometió una respuesta “contundente y devastadora”.

Reacciones internacionales
Las potencias mundiales respondieron de inmediato. Rusia condenó el ataque y convocó una sesión urgente en el Consejo de Seguridad de la ONU. China y la Unión Europea pidieron contener la escalada y regresar al diálogo diplomático.
Israel, que no confirmó ni negó su participación, celebró la ofensiva como “un paso necesario para detener una amenaza existencial”. Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos expresaron su apoyo a Washington, mientras que Irak y Siria elevaron su nivel de alerta militar.
Consecuencias políticas y económicas
Dentro de Estados Unidos, la decisión generó reacciones divididas. Líderes republicanos respaldaron la acción, mientras los demócratas denunciaron que Trump actuó sin autorización del Congreso. Manifestaciones contra la guerra estallaron en varias ciudades.
En los mercados, el precio del petróleo subió un 15% en cuestión de horas, y las bolsas internacionales mostraron caídas ante la posibilidad de un conflicto regional prolongado.
Una nueva etapa en el conflicto
Desde que Estados Unidos se retiró del acuerdo nuclear en 2018, las tensiones con Irán han aumentado progresivamente. La inteligencia estadounidense afirma que Teherán ha enriquecido uranio por encima del 60%, acercándose al nivel necesario para fabricar armas nucleares. Ese dato habría sido el detonante de la operación.
Por ahora, Irán ha movilizado tropas hacia sus fronteras y ha declarado una jornada de duelo nacional. La comunidad internacional observa con preocupación la posible respuesta militar de Teherán, mientras crece el temor a un conflicto de escala global.