Los familiares de los 4 adolescentes, que fueron detenidos y luego asesinados y calcinados, cumplieron el sepelio de los restos, en medio de exigencias de justicia.
Cientos personas participaron en este acto, que comenzó en el sector de Las Malvinas, sur de Guayaquil, donde residían las víctimas. Tras una larga caminata, los cuerpos fueron sepultados en el cementerio Ángel María Canals, en el Suburbio de la ciudad.
Durante el traslado de los féretros, familiares y amigos de los chicos exigieron que se establezcan responsabilidades en esta matanza.
Los hechos hasta ahora
Hasta ahora se ha establecido que los hermanos Ismael y Josué, de 15 y 14 años, Nehemías, de 15, y Steven, de 11, salieron a practicar deporte en una cancha cercana a sus viviendas, el pasado 8 de diciembre. Horas después, ya en la noche, los detuvo una patrulla militar perteneciente a la Base de Taura, supuestamente porque habían cometido un robo.
Este suceso quedó registrado por una cámara de vigilancia.
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Las versiones anotan que los adolescentes fueron abandonados en la población de Taura, desde donde llamaron por teléfono a sus padres. Sin embargo, cuando fueron a recogerlos ya no estaban ahí.
Tras una intensa búsqueda fueron hallados sus restos quemados, totalmente irreconocibles. Fueron necesarios exámenes forenses y pruebas de ADN, para establecer que se trataba del grupo de chicos.
Los 16 integrantes de la patrulla militar están detenidos.
El Ministerio de Defensa deberá ofrecer disculpas públicas a las familias de los 4 menores.