Los rumores sobre posibles acuerdos políticos, a costa de la destitución de la fiscal general, Diana Salazar, generan desacuerdos en diversos sectores políticos. Para el ex candidato a la Vicepresidencia de la República, Carlos Rabascall, resulta lamentable que ciertos partidos y movimientos se alejen de la realidad nacional, y piensen únicamente en sus intereses. Más aún cuando se viene un periodo transitorio, que demanda concertación. Rabascall advirtió que Ecuador sufre graves problemas causados por la inseguridad, la pésima situación económica, la falta de empleo, la deficiencia en la atención de salud, entre otros. Y en ese marco, es urgente que partidos y movimientos se concentren en presentar alternativas, y no en pelearse por el control de la Fiscalía y la Justicia. Si bien reconoció que la fiscal, de acuerdo a la ley, está sujeta a un posible juicio político en la Asamblea, ello sería parte de una presión política a cambio de gobernabilidad. Y esta presión fue, justamente, la que destruyó la gestión del presidente Lasso. Pensando en el 2025 Carlos Rabascall confirmó que su objetivo es lanzarse a la Presidencia de la República, en las elecciones del 2025. Para ello contaría desde ya con el apoyo de Centro Democrático, liderado por Jimmy Jairala, y 4 o 5 organizaciones políticas adicionales. En ese ámbito, aclaró que no tiene conflicto alguno con la Revolución Ciudadana, que auspició su postulación vicepresidencial en el 2021, y a la cual agradeció por su apoyo. Sin embargo, su rumbo político va por otro lado. También puntualizó que no hay resentimiento alguno, y mucho menos se siente “dejado de lado”, por no haber sido incluido en las candidaturas recientes. Los retos de Noboa Al evaluar los retos que le esperan al presidente electo, destacó que deberá enfocarse en 3 factores: seguridad, empleo y recursos para el Estado. Para ello, dijo, deberá acudir a organismos crediticios internacionales y renegociar el pago de la deuda, pues solo así podrá acceder a nuevos fondos que le permitan ejecutar sus planes. También tendrá que solucionar la difícil situación del IESS, agobiado por problemas financieros, y con aportes que resultan insuficientes para cubrir las pensiones. De ahí que expresó su preocupación, pues pese al poco tiempo que falta para la posesión, el presidente electo no ha revelado los nombres de quienes serán sus ministros de Economía, Interior y Gobierno, considerados los más importantes dentro del gabinete.