Testimonios de peritos e investigaciones policiales, confirman que el líder delictivo Carlos Edwin Angulo, “Alias Invisible”, dio la orden de asesinar a Fernando Villavicencio. El crimen ocurrió el 9 de agosto pasado en Quito, cuando el entonces candidato presidencial salía de un acto proselitista. Los análisis de los teléfonos celulares de los detenidos, establecieron que quien dio la orden de ejecutar el ataque fue “Alias Invisible”, quien estaba detenido en esa en la Cárcel de Latacunga. Ahora guarda prisión en la Cárcel “La Roca”, de Guayaquil, la de máxima seguridad del país. Mediante llamadas y chats, el sujeto contrató a varias personas para ejecutar el asesinato. Del total de detenidos, 6 fueron a su vez sospechosamente ejecutados en sus celdas, sin que se conozcan a los responsables del hecho. Uno más, Johan David Castillo, alias Ito, uno de los sicarios, murió poco después de realizar los disparos, abatido por agentes policiales. Los otros 5 son los señalados en la causa, y los que enfrentan la acusación en calidad de autores mediatos, inmediatos y cómplices. El examen pericial del celular del fallecido Johan David Castillo, estableció los contactos que mantenía con “Alias Invisible”, quien desde prisión le dio la disposición de proceder. Adicionalmente, la Fiscalía abrió otra investigación para determinar a los autores intelectuales del crimen. Es decir, a quienes habrían dado la orden a Angulo para que organice el atentado.

La audiencia de juicio contra los 5 implicados en el asesinato de Fernando Villavicencio, arrojó novedades en las últimas horas. El crimen se produjo el 9 de agosto pasado en Quito, cuando el entonces candidato presidencial salía de una actividad política. Por este hecho están procesados Carlos Edwin A, Laura Dayanara C, Érick Marcelo RP, Víctor Alfonso F, y Alexandra Elizabeth Ch. El primero en calidad de autor mediato, la segunda como coautora y los demás como cómplices. Los otros 6 involucrados, capturados poco después del hecho, fueron asesinados en prisión, sin que hasta ahora existan pistas sobre los responsables del hecho. La audiencia se registra en la Unidad Judicial Norte, de la capital. Durante el testimonio brindado por peritos de la Policía Nacional, convocados por la Fiscalía, revelaron que varios números telefónicos vinculados a los acusados tuvieron contacto con un dispositivo iPhone Pro Max robado, cuyo uso estaba registrado en la cárcel de Cotopaxi. Uno de los agentes explicó el seguimiento telefónico realizado a Elizabeth Ch, una de las acusadas, quien se encontraba en Atucucho, noroccidente de Quito. La misma posteriormente se trasladó hasta La Cocha acompañada de un niño. Otro gendarme presentó un análisis exhaustivo de las escenas del crimen. Durante la inspección ocular técnica y la trayectoria balística referencial, se analizaron siete escenas donde se encontraron casquillos, armas de fuego y motocicletas. Estos elementos proporcionan un marco detallado de cómo se desarrollaron los eventos el día del asesinato.

El proceso penal por el asesinato de Fernando Villavicencio, deja todavía muchas dudas en su familia. En diálogo con “Punto de Orden”, Amanda Villavicencio, hija del excandidato presidencial, recordó que, de los 14 implicados originales detenidos, solo quedan 5. Los demás fueron asesinados, el primero, apenas segundos después del crimen, y los demás en prisión a los pocos días. Su aspiración es que, una vez concluido el presente juicio, se procese a los autores intelectuales, pues consideró evidente que fueron otros quienes planificaron, financiaron y ordenaron el asesinato. Amanda Villavicencio advirtió que, solo curando estas heridas y sancionado a los responsables del hecho, será posible confiar de nuevo en la justicia. Caso contrario, la violencia seguirá callando voces valientes. Estado falló en la seguridad A su criterio, el Estado cometió graves errores, que facilitaron a los sicarios el crimen. Comenzando por la Asamblea Nacional, pues la comisión especial, creada para investigar la muerte de Villavicencio, señaló que la culpa fue “de la delincuencia común”. Con indignación afirmó que un caso como el de su padre fue un “crimen político”, por más que un “grupo de perdedores” quiera decir lo contrario, con el único fin de “lavarle la cara al correísmo”. Amanda Villavicencio estimó absurdo que el Parlamento, cuestionado por su nivel de mediocridad, oculte la brillante carrera de su padre, como un periodista valiente y un activista político intachable.  Más aún con un informe “blandengue y mediocre”. Basta recordar que el balance de seguridad, estableció que había un riesgo del 98%. Y que todos sabían que grupos con muchísimo poder económico y político, lo querían muerto. Además, curiosamente, los generales Samaniego y Salinas, entonces cabezas de la seguridad policial de esos días, pidieron vacaciones el 9 de agosto del 2023, es decir el mismo día del asesinato. Sin embargo, aparecieron en la clínica donde estaba el cadáver de Fernando Villavicencio para tomarle fotografías. Como decía su padre, acotó Amanda Villavicencio, no hay delincuencia sin respaldo de poder político.

La Corte Nacional de Justicia reanudó la audiencia de juicio, contra los implicados en el asesinato de Fernando Villavicencio. El crimen se produjo el 9 de agosto pasado, en Quito, cuando el entonces candidato presidencial salía de un acto proselitista. Del total de 211 personas convocadas para testificar, ya han rendido su versión 20 testigos y dos peritos. Este lunes, durante su intervención, Cristian David C, jefe de la cápsula de seguridad de Villavicencio, reveló que los equipos de inteligencia no le brindaron detalles sobre el riesgo de un atentado, y lo que es peor, no le dieron los recursos necesarios para protegerlo. El oficial afirmó que está vivo “de milagro”, ya que estaba presente en el momento del tiroteo. Según dijo, “los disparos venían de todas partes”. En testimonio agregó que el día del asesinato, cerca del mediodía, recogió a Villavicencio en el aeropuerto de Quito, pues había viajado desde Guayaquil. Más tarde lo llevó a una reunión particular en un restaurante, y de ahí se dirigió al colegio donde se realizó un mitin, y en cual había cerca de 1.000 personas. Ya a las 18h00, a la salida del acto, ocurrió el atentado que cobró la vida del aspirante presidencial. El capitán de la Policía dijo que sacó su arma, pero que los disparos provenían de todos lados. Fue entonces que subió a la camioneta que utilizaban –no blindada- y constató que Villavicencio estaba gravemente herido. De inmediato lo llevó a una clínica, donde le dijeron que todavía tenía signos vitales. Pero más tarde le informaron que había fallecido. Pese al peligro, la cápsula de seguridad estaba conformada por solo 5 personas: jefe de seguridad, un sargento y tres cabos. Ni siquiera tenían movilización. Lo irónico es que solo un día después del atentado fatal, lo llamaron para que recogiera las armas largas que había solicitado. En resumen, lamentó que nunca tomaran en serio las amenazas contra la integridad del entonces candidato.

Familiares y amigos de Fernando Villavicencio, quien fue asesinado en agosto del año pasado en Quito, a la salida de un acto proselitista, exigen que el hecho no quede en la impunidad. Amanda Villavicencio, líder del excandidato presidencial, afirmó que fue “escalofriante” escuchar la declaración de uno de los implicados, ahora testigo protegido, sobre la forma en que se planificó el crimen. Más aún al comprobar dos de las sospechas principales, que fueron remarcadas por el testigo: que el asesinato fue tasado en 200.000 dólares, y que detrás del mismo estuvo el correísmo. La joven expresó su alivio de que la audiencia de juzgamiento finalmente avance, pues había el temor de que, debido a los sucesivos diferimientos, caduquen las órdenes de prisión preventiva contra los 5 implicados como autores materiales. Su pedido a la Fiscalía es que involucre también a los autores materiales. Empezando por un cabecilla criminal conocido como “Chino Honda”, quien actualmente cumple 34 años de prisión por el asesinato de Harrison Salcedo, quien fuera abogado del exvicepresidente Jorge Glas y de “Alias Rasquiña”, también asesinado. De acuerdo al testigo protegido, “Chino Honda” fue quien organizó el asesinato de Fernando Villavicencio, por encargo del correísmo. Por lo que conoce, una vez concluido el juicio contra los autores materiales, se procederá contra los intelectuales. Pero su temor es que al citado hampón y a otros, los maten antes que revelen sus contactos. Asimismo, expresó su aspiración de que se sancione a los elementos de la Policía y del Ecu911, que no cumplieron su misión de proteger al entonces candidato.

Para el lunes quedó fijada la reanudación de la audiencia de juicio, contra los 5 implicados en el asesinato del excandidato presidencial, Fernando Villavicencio. La diligencia continuará en el Complejo Judicial Norte, de Quito, donde ya se realizaron las dos primeras sesiones. En la de este miércoles se recibieron varios testimonios, pero surgieron además denuncias y reclamos de gravedad. Entre los declarantes constó un militar, que colaboró en la aprehensión de una de las personas que habría disparado contra Villavicencio, y que murió minutos después, y dos policías que practicaron diligencias en esta causa. El militar corroboró que obtuvo el celular del fallecido, y que lo entregó a la justicia. Durante la audiencia, un misterioso usuario, que utilizaba el nombre “Gerencia CJN”, apareció en la plataforma Zoom para seguir el caso. Sin embargo, casi de inmediato se desconectó. Se sospecha que las siglas corresponderían a un grupo del narcotráfico. Las investigaciones afirman que el Cartel Nueva Generación, aliado al mexicano Jalisco Nueva Generación, estaría detrás del crimen. Asimismo, a través del chat de la transmisión de Zoom, una de las hijas del político asesinado recibió una amenaza. “Te queremos”. Procedía, supuestamente, de una cuenta identificada como CRS Guayas, conectada desde la Cárcel “La Roca”, de Guayaquil, donde está detenido “Alias Invisible”, acusado de planificar el delito. Las autoridades ordenaron investigar la forma en que desde dicha prisión, alguien obtuvo la forma de participar en la diligencia.

Una vez más quedó postergada la audiencia de juicio en la Corte Nacional de Justicia, por el asesinato del excandidato presidencial, Fernando Villavicencio. El crimen ocurrió el 9 de agosto pasado, en Quito. La diligencia debía realizarse entre el lunes y martes de esta semana, una vez cumplidos los trámites previos. Sin embargo, una de las procesadas, Elizabeth Chimbo, solicitó tiempo, debido a que cambió a su abogado defensor en las últimas horas, y el jurista requiere conocer todos los pormenores del caso. Chimbo formaba parte de la banda, que fue contratada para el crimen. En torno al magnicidio hay cinco personas llamadas a juicio: Carlos Angulo, alias “Invisible”, y presunto autor directo; Laura Castillo, alias “La flaca”, como coautora; y como cómplices Érick Ramírez, Víctor Flores y la ya mencionada Elizabeth Chimbo. A los otros implicados, que fueron detenidos oportunamente, los asesinaron 2 meses después, dentro de las prisiones donde estaban detenidos. Todavía no se ha definido una nueva fecha y hora para el juzgamiento.